En medio de la actual crisis migratoria en Cuba, donde cientos de miles de ciudadanos han dejado la isla con rumbo a diversas partes del mundo como Estados Unidos, España, Rusia, Canadá, México o Alemania, la opción de emigrar a Uruguay, en el sur de América Latina, sigue siendo muy solicitada.
Es muy probable que en los últimos meses haya conocido a alguien en Cuba que se haya marchado a Estados Unidos a través del parole humanitario o a España, aprovechando la facilidad de obtener la nacionalidad gracias a la Ley de Memoria Democrática (LMD), también conocida como la «ley de nietos». Sin embargo, es probable que también conozca a alguien que haya llegado a Uruguay en estas últimas semanas.
Entre 2018 y 2019, miles de cubanos utilizaron la exención de visados para ingresar a Sudamérica a través de Guyana. Desde allí, se embarcaban en diferentes medios de transporte hasta Brasil y luego accedían a Uruguay. Este país ha sido históricamente solidario con los migrantes y aquellos que buscan asilo. De hecho, en las afueras de Montevideo, la capital uruguaya, ya existe un barrio conocido como «el barrio de los cubanos».
En las últimas semanas, se ha compartido ampliamente la historia de Balbina Ponce Matías, una habanera que, junto a su hijo de 33 años, parapléjico, realizó este viaje en noviembre del año pasado. Un informe de Aljazeera también brindó actualizaciones sobre la situación de los trámites para obtener residencia en Uruguay.
En cuanto a los procedimientos para los cubanos en Uruguay, ¿qué deben hacer? No es un secreto para nadie que la crisis migratoria se origina debido a la difícil situación social y económica en la isla. Por esta razón, cuando la ruta hacia el sur les parece peligrosa o demasiado costosa, muchos cubanos optan por emigrar a Uruguay. Sin embargo, desde que el país implementó nuevos requisitos para la residencia legal, miles de cubanos se encuentran en una situación incierta.
Aquellos que solicitan asilo en Uruguay reciben tarjetas de identidad temporales que les permiten acceder a empleo legal y a todos los servicios públicos, incluyendo salud y educación. Este permiso tiene una duración de dos años, con la posibilidad de renovarlo por un año adicional en dos ocasiones.
Según las leyes uruguayas, los interesados también pueden optar por una residencia permanente. A partir de enero pasado, se exige que los solicitantes muestren sellos de entrada y salida en sus pasaportes correspondientes a su ingreso y salida de Brasil, país por donde muchos cubanos ingresan de manera ilegal. Es evidente que muchos no cuentan con estos sellos.
Alberto Gianotti, fundador de la Red Uruguaya de Apoyo al Migrante, una organización sin fines de lucro, señaló que esto ha dejado a alrededor de 10 mil cubanos en una situación migratoria incierta.
«Si estas personas no pueden solicitar la residencia permanente por no tener sellos de entrada y salida de Brasil, ¿a quiénes vamos a expulsar?», planteó Gianotti. «¿Diez mil a 12.000 migrantes, personas vulnerables? Eso sería perjudicial para el país», concluyó.