Una familia cubana está buscando asistencia para una niña que ingirió ácido hace varios años y aún espera una operación, pero lamentablemente no hay cirujanos disponibles.
Georgina Rosillo compartió la triste historia de su sobrina nieta, Jade Stefani Mendoza González, quien tiene casi 11 años y sufrió un accidente a los dos años que resultó en la ingesta accidental de ácido. Como resultado, Jade solo puede ser alimentada mediante sondas en su abdomen, ya que no puede ingerir alimentos por la boca.
«Observa a sus hermanos comer por la boca, ve a sus primos disfrutar de dulces en las fiestas de cumpleaños, mientras ella se aparta en un rincón y repetidamente le pregunta a su madre y a mis hermanas cuándo será operada, y la única respuesta es ‘pronto'», relató en una publicación en Facebook.
Georgina explicó que desde el accidente, la niña ha enfrentado la incertidumbre debido a las respuestas cambiantes de los médicos en el hospital William Soler, en La Habana, donde está siendo atendida.
«En la consulta del martes, el médico fue directo y le dijo a la madre: ‘Estaba a punto de programar la operación, pero se necesitan tres cirujanos y no están disponibles'», compartió.
La mujer admitió que la cirugía es riesgosa, ya que involucra un trasplante de esofagoplastia, una reconstrucción del tracto esofágico con la interposición de una porción del colon derecho. Sin embargo, le resulta incomprensible cómo esto puede ocurrir en un país que se considera una potencia médica.
«Se supone que Cuba sea el líder mundial en medicina, eso es lo que dicen. Los médicos cubanos son altamente competentes, ¿pero dónde están? ¿Debemos solicitar una visa humanitaria para que la niña sea operada por médicos cubanos que están realizando misiones internacionales? Alguien debe explicármelo. Mientras tanto, la niña continúa alimentándose mediante la sonda, observando cómo los demás comen por la boca», cuestionó.
Georgina hizo un llamado a la ayuda y solicitó orientación sobre a quién dirigirse, incluso mencionó la Cruz Roja Internacional, con la esperanza de aliviar la situación de la menor.
«El médico del martes desvaneció cualquier esperanza al declarar frente a ella que no hay médicos disponibles para llevar a cabo la operación. Sin embargo, aparentemente hay cirujanos disponibles para extranjeras y para las cubanas que pueden pagar cirugías estéticas. La falta de escrúpulos y empatía es abrumadora», concluyó.