¡Escándalo Internacional! Fábrica rusa de camiones demanda al Gobierno Cubano por millones de euros

Redacción

En una reciente y sorprendente situación legal, la fábrica rusa de camiones “Ural” ha iniciado una demanda millonaria en contra del gobierno cubano y dos compañías cubanas, además de la corporación estatal rusa “Vnesheconombank” (“VEB.RF”). La demanda asciende a un total de 23,4 millones de euros debido al incumplimiento de pagos según un acuerdo establecido en 2018.

El proceso judicial está programado para comenzar a mediados de septiembre en un tribunal de Moscú y gira en torno a la Empresa Estatal Cubana Importadora y Exportadora de Productos Técnicos “Tecnoimport” (Cuba), el Banco Internacional del Comercio S.A. (BICSA, Cuba), y la corporación estatal rusa “VEB.RF”.

De acuerdo con la demanda presentada, la planta automotriz “Ural” busca recuperar 22 millones de euros en pérdidas y 1,4 millones de euros en intereses relacionados con el uso de fondos externos.

El conflicto surge a raíz de un proyecto colaborativo entre Rusia y Cuba, en el cual la planta “Ural” proporcionaría kits de piezas y componentes para que los cubanos ensamblaran camiones “Ural NEXT 4320” en la isla caribeña. La planta de Miass habilitó un espacio especial donde los ingenieros capacitaban a los socios cubanos en el proceso de ensamblaje.

Los suministros se realizaron en 2018, cuando la planta pertenecía al grupo “GAZ”. Se enviaron conjuntos de piezas para 120 vehículos “GAZ” y 500 camiones “Ural” a Cuba como parte de este proyecto conjunto.

Aunque los funcionarios cubanos alegaban que los camiones no funcionaban y rechazaban los pagos, fotografías de desfiles militares mostraban que los camiones estaban en movimiento y en uso activo.

La demanda también involucra a la corporación estatal rusa “VEB.RF”, ya que el acuerdo de colaboración se llevó a cabo con la participación de organismos gubernamentales de ambos países.

Este enfrentamiento legal revela una trama compleja en la que una empresa rusa acusa al gobierno cubano de no cumplir con sus compromisos financieros y de distorsionar la situación real de los camiones suministrados. La discrepancia sobre la efectividad y el uso de los camiones añade un elemento sorprendente a la disputa.