En medio de una polémica que ha dejado a muchos seguidores perplejos, La Diosa y Lenier han protagonizado un intercambio de mensajes en el que han ventilado sus diferencias. La cantante ha optado por hacer público este desencuentro con el fin de esclarecer la situación.
La artista ha expresado en sus palabras: «Desperté así, recordando al género que no dependo de ellos ni espero nada. Agradezco a quienes me han respaldado, pero no toleraré falsedades. Lenier, en particular, no actuó ni se involucró de manera sincera en mi vida. Soy la mujer que luchó desde Cuba, soportando la mirada de todos mientras yo sufría, sin que eso les importara a ellos».
La respuesta de Lenier Mesa fue rápida: «Opté por bloquearte, estás llena de excusas». La cantante, no obstante, insistió en sus argumentos: «Bloquéame, pero la verdad persiste. Deberías admitir tus errores».
La discusión continuó cuando La Diosa cuestionó la falta de empatía de Lenier respecto a su situación personal, acusándolo de vivir en una constante fachada: «Nunca mencionaste que viajarías a Cuba, ni siquiera para ver a tu abuelo. Vives en un mundo de mentiras».
La artista también hizo hincapié en un aspecto que había quedado en la sombra: la colaboración musical que ambos habían realizado en el tema «Cuba Primero». La Diosa destacó que la participación de Lenier en esta canción estaba motivada por resolver una deuda pendiente: «No se te olvide que grabaste para pagar lo que debías».
En este episodio de choque de opiniones, queda evidente que las diferencias entre La Diosa y Lenier son profundas y están arraigadas en experiencias y percepciones personales. Ambos han decidido hacer públicas sus desavenencias, dejando al público sorprendido por la intensidad de sus declaraciones.
Este cruce de palabras ha resaltado la complejidad de las relaciones en el mundo del entretenimiento, donde las apariencias pueden ser engañosas y las verdaderas motivaciones detrás de las acciones no siempre son claras.
El intercambio entre La Diosa y Lenier sirve como un recordatorio de que detrás de las luces y el glamour, existe una realidad más profunda y a veces turbia en la industria de la música.