El portal oficialista Cubadebate ha dirigido críticas hacia un negocio privado de La Habana por emplear un mondadientes con una bandera estadounidense para adornar la hamburguesa americana que se ofrece en el establecimiento.
En su artículo titulado “Rey & Gaby: De símbolos y banderas que no nos representan”, publicado recientemente, el medio expresa su desaprobación ante la inclusión de la bandera de Estados Unidos en la “Hamburguesa americana”, compuesta por huevo frito, queso gouda, tocino, lechuga, tomate y papas fritas.
La publicación argumenta que esta iniciativa forma parte de “la colonización cultural y la mercantilización de la identidad”.
Se señala que “Aunque esto podría ser algo común en otros lugares, como en los restaurantes de comida mexicana o italiana, en este momento adquiere una doble lectura, dada la creciente influencia de la colonización cultural. En un contexto donde la cultura, incluso la culinaria, se percibe como mera mercancía y donde con frecuencia se perpetúan patrones para vender una ‘realidad paralela’ que se origina a más de 90 millas de distancia, muchas veces disfrazada”.
La prensa oficial cubana también critica a Rey & Gaby por sus elevados precios y llama al gobierno a abordar esta cuestión, omitiendo mencionar que la inflación en el país se debe a las políticas económicas erróneas del régimen.
“El ambiente parece ser favorable: platos con una presentación y calidad notables, elaborados por un equipo de cocina muy profesional, que contrastan con precios que exceden ampliamente el promedio de los negocios no estatales. Desde un café expreso a 300 CUP, un vaso de agua natural a 320 CUP, un refresco nacional a 380 CUP, hasta una malta a 570 CUP. Estas cifras generan preguntas adicionales: ¿Quién se encarga de establecer límites para los precios de los establecimientos privados? ¿Debería existir una ley para controlar los precios máximos de los productos nacionales revendidos, muchas veces superiores a los importados? ¿Quién tomará las medidas necesarias?”, expone Cubadebate.
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El régimen cubano decide lo que considera “correcto o incorrecto” en la isla según su conveniencia, incluso en relación con el uso de banderas.
Por ejemplo, con motivo de la aproximación con Rusia, el gobierno celebró recientemente la inauguración del “café-grill Plaza Roja”, un restaurante especializado en comida rusa, gestionado por una micro, pequeña y mediana empresa (Mipyme) en Bayamo. En este caso, nadie acusó a los emprendedores de haber sufrido una colonización cultural por parte de Moscú.
Recientemente, la fiscalía propuso una pena de cuatro años de cárcel para la activista Aniette González por envolverse con una bandera cubana, mientras que permite que sus allegados utilicen el símbolo a su conveniencia.
