«Creo que nadie entiende realmente la situación que enfrentamos los padres con el inicio del curso escolar. Es una locura: mochilas a 5000 pesos, loncheras a 3000, medias largas a 300 pesos. Deberían decirle a la ministra que esto es insostenible. No puedo lidiar con esto y la situación solo empeora», compartió una cubana en una entrevista con nuestro medio sobre el difícil panorama que están enfrentando los padres con el inicio de clases.
«Estoy de acuerdo. Ya he gastado más de 10 000 pesos y aún me faltan más artículos escolares por comprar. Además, luego vienen las meriendas y almuerzos. La situación es realmente complicada», añadió otra madre.
«Ya ni siquiera puedo llevar la cuenta de cuántas cosas le he comprado a mi hija para empezar la secundaria. Los zapatos a 9500, medias a 350 o 500 el par, los ajustadores entre 500 y 600, los portaminas, las minas, el termo a 14 MLC y algo más, las gomas, las licras para la Educación Física. Es inaudito y a esta altura del año no quedan uniformes, solo dos disponibles y si queremos más hay que comprar por fuera, lo que significa más gastos», señaló una cubana desde La Habana.
«Enviar a nuestros hijos a la escuela se ha convertido en una batalla. No se trata solo de mochilas, zapatos, ropa interior, medias, lápices, y más. También debemos considerar qué desayunarán, ya que una botella de leche cuesta 500 pesos y una barra de pan entre 70 y 80. Ni hablar de las meriendas y almuerzos, y ni siquiera mencionemos una comida decente que cuesta alrededor de 550. Es increíble», lamentó otra madre.
«Es triste ver cómo nadie parece preocuparse y los padres deben esforzarse para asegurarse de que sus hijos al menos tengan algo en el estómago, porque tampoco podemos decir que están comiendo bien», agregó.
«Una mochila por 5500 pesos, una lonchera por 2500, un par de tenis por 6000 y medias a 350. Eso es solo para empezar el año escolar. Una vez que empiece, los precios de las meriendas se dispararán. Además, los refuerzos para el almuerzo serán otro gasto absurdo. ¿En serio? ¿Cómo no volverse locos con todo esto?», cuestionó un padre cubano.
«Los padres realmente tienen que hacer magia para enviar a sus hijos a la escuela. No se trata de querer gastar más que nadie en una mochila de 4000, sino que el Estado simplemente no vende nada, ni siquiera un par de zapatos. No hay otra opción, no hay opciones más baratas. En Cuba, no hay tiendas donde comprar nada. Todo es privado, el Estado no vende nada, por eso los bancos no tienen dinero. Si no vendes, no recaudas», reflexionó una cubana desde Holguín.
«Los particulares son los que venden y estamos obligados a comprarles. No hay alternativa, pero a nadie parece importarle. Se hacen los desentendidos, les da igual porque ellos tienen dinero para comprar a cualquier precio, o simplemente se los regalan. Mientras tanto, los hijos de los profesionales, de los que trabajan duro, son los que sufren. Así de simple, ellos (los dirigentes) viajan, gastan sin responsabilidades, mientras que los que vivimos la vida real estamos aquí», comentó otra persona.
«Este año, he decidido no enviar a mi hijo a la escuela. No hay zapatos, uniformes, profesores, meriendas ni incluso comida para ellos. Pronto nuestro país será un lugar sin esperanza. Además, mi salario no alcanza para nada, pero como somos tan perseverantes como padres, somos los que tenemos que hacer milagros para que nuestros hijos puedan ir a la escuela. Y aún así, también tenemos que comprar lápices y libretas», expresó una madre cubana.
Para proteger la privacidad de los cubanos que compartieron sus experiencias sobre el inicio del curso escolar, nuestro medio ha decidido mantener su identidad en reserva.