Gobierno cubano en comunicación con Panamá por el conmovedor caso de la madre abandonada en el Darién

Redacción

En medio de una travesía migratoria cargada de dificultades y desafíos, un incidente ha capturado la atención internacional y ha resaltado tanto la crueldad como la empatía humanas. El Gobierno cubano ha establecido conexiones con las autoridades panameñas en relación al conmovedor episodio en el que una madre cubana, Marta León, fue abandonada por su propio hijo en las inhóspitas profundidades de la Selva del Darién.

Desde la embajada de Cuba en Panamá, un comunicado ha sido emitido, informando sobre las conversaciones en curso entre el Gobierno cubano y las autoridades competentes en Panamá. Este enlace diplomático se ha forjado con el propósito de verificar la identidad de la madre cubana y coordinar las acciones necesarias para proporcionar la asistencia consular requerida en una situación tan delicada como esta.

Marta León, una madre valiente pero vulnerable, quien enfrenta una fractura en una de sus piernas, sufrió el abandono más desgarrador por parte de su propio hijo mientras se aventuraban en la ardua travesía hacia los Estados Unidos desde Ecuador.

Su trágica odisea la llevó a pasar seis interminables días en la implacable selva del Darién. Sin embargo, la solidaridad humana brilló en medio de la adversidad cuando, luego de que su angustiosa situación se esparciera por las redes sociales, un grupo de indígenas y coyotes logró rescatarla y transportarla en una parihuela hasta un centro de acogida para migrantes.

Desde el refugio hospitalario, Marta León pudo finalmente comunicarse con su hija, Yudith Rejas León, quien reside en Brasil. El poder de las redes sociales y la conexión global permitieron que el llamado desesperado de la hija llegara a numerosos corazones solidarios. Yudith Rejas León expresó su profundo agradecimiento a todos aquellos que demostraron preocupación por el bienestar de su madre en una hora tan crítica.

Conmovedoramente, Yudith Rejas León ha compartido sus intenciones de llevar a su madre consigo a Brasil mediante el otorgamiento de una visa humanitaria. Este acto de amor filial representa una luz en medio de la oscuridad que rodeó la experiencia dolorosa de Marta León en la selva del Darién.