En medio de la controversia que rodea al Festival cultural en Cayo Santa María, el humorista cubano Ulises Toirac ha compartido su opinión, instando a poner en perspectiva las discusiones sobre el evento y a enfocarse en cuestiones más apremiantes para el pueblo cubano.
Toirac, a través de sus plataformas en redes sociales, ha expresado su criterio sobre la celebración del festival y ha destacado que el «cubano promedio» a menudo enfrenta dificultades para sobrevivir en su propia ciudad y proporcionar alimentos para sus familias. Subraya que la mayoría de los cubanos no tiene acceso a la posibilidad de visitar el Cayo Santa María y carece de información geográfica sobre su ubicación.
En palabras de Toirac: «Lo que yo llamo cubano promedio, se las ve pelúa para moverse en su propia ciudad y comer ellos mismos o darle de comer a sus hijos. Lo que yo llamo cubano promedio las pasa muy cabronas solo para tener un poco de efectivo en la mano.»
El humorista también recalca que el Cayo Santa María no es una parte integral del territorio nacional en términos administrativos, ya que está fuera de jurisdicción en la práctica.
Toirac hace un llamado a detener la controversia en torno al festival y a concentrar los esfuerzos en asuntos más significativos y productivos para la población: «Preocúpense por algo más productivo y encaminado realmente a resolver algo para el cubano promedio.»
Su mensaje resalta la necesidad de abordar los desafíos que enfrenta el cubano común, como la lucha diaria por subsistir en medio de dificultades económicas y la falta de recursos básicos. En lugar de centrarse en debates sobre la organización del festival, Toirac hace un llamado a la comunidad a considerar soluciones que aborden la miseria que aqueja al pueblo.
Es importante tener en cuenta las palabras de Toirac como una invitación a redirigir la atención hacia los problemas fundamentales que afectan la calidad de vida de los ciudadanos en Cuba. A medida que las discusiones se desarrollan en torno a eventos culturales y controversias, es esencial recordar la realidad cotidiana de las personas y buscar formas efectivas de mejorar sus condiciones de vida.