En el mes de julio, alrededor de 45.000 migrantes fueron atendidos por los oficiales de Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) después de programar citas a través de la aplicación CBP One. Este proceso incluye una entrevista en la que los extranjeros deben exponer sus razones al agente fronterizo para ser considerados aptos para el asilo y asegurar su ingreso legal al territorio estadounidense.
Según el análisis del abogado y experto en inmigración Jesús Novo, quien conversó con Mario J. Pentón, los cubanos que llegan a Estados Unidos después de haber sido procesados en uno de los ocho puntos de control fronterizo en la línea divisoria con México, encuentran un camino allanado hacia la residencia permanente gracias a la Ley de Ajuste Cubano (LAC).
«Los cubanos son elegibles para la LAC después de haber estado un año y un día en Estados Unidos, independientemente de si tienen o no una fecha de corte. Si la fecha de corte es anterior a este período, deben presentarse en la corte; de lo contrario, recibirán una orden de deportación en ausencia», advierte el especialista.
Una vez en la corte, los cubanos pueden solicitar una extensión o pedir al juez que cierre el caso. El juez podría cerrar el caso o extender la fecha para permitir que pase el año y un día necesario para aplicar a la LAC.
Es crucial que este proceso sea acompañado por un abogado con experiencia en inmigración para evitar errores en cada etapa. Por ejemplo, el abogado recomienda enviar una copia de la residencia a la corte una vez obtenida, lo que resultará en el cierre del caso.
Sin embargo, Novo destaca que algunos individuos están siendo admitidos por los oficiales de CBP en la frontera sin recibir un «parole». Un caso ejemplar es el de una cubana que afirma no haber enfrentado «ningún problema» en México y, sin embargo, ahora se encuentra en riesgo de deportación. Para los migrantes, la clave radica en presentar argumentos sólidos para su asilo y las razones detrás de su deseo de ingresar a Estados Unidos.
Si los migrantes superan la entrevista de «miedo creíble» en la frontera, son liberados bajo una «parole» o una I-220A. En caso contrario, si no superan dicha prueba, deben comparecer ante un juez de inmigración para una segunda oportunidad. Con la asistencia de un abogado, tienen la posibilidad de ganar su caso. Es fundamental que los individuos sean conscientes de que tienen dos oportunidades para exponer su situación y deben insistir en ello ante los oficiales de inmigración.