Un ciudadano cubano obtuvo varios premios en un casino de Florida, pero enfrentó la imposibilidad de cobrarlos debido a que solo disponía de su pasaporte cubano como documento de identificación.
Este individuo, reconocido como Eduardo Cardoso, logró ganar varios premios mayores en las máquinas de juego, sin embargo, se encontró con la limitación de que no se le permitía cobrar sus ganancias debido a una normativa gubernamental que no reconoce el pasaporte cubano como documento válido para reclamar premios. Esta situación fue revelada en un informe de Telemundo.
A pesar de haber obtenido tres premios mayores, conocidos como Jackpots, en el Casino Seminole Classic, Cardoso no pudo recibir el pago correspondiente cuando intentó canjear su premio.
Cardoso, quien está en proceso de solicitud de residencia, solo cuenta con un pasaporte cubano que no es aceptado para el cobro de ganancias. «Me dijeron: ‘No, no, aquí el pasaporte cubano no es válido en absoluto'», compartió con el medio local.
El hombre comentó: «A mí me gusta ir al casino, como a cualquier otra persona le gusta disfrutar de un fin de semana».
Mayra Hernández, vocera del Casino Seminole, explicó a Telemundo que «los casinos Seminole siempre pagan todos los premios acumulados a menos que las regulaciones del Departamento del Tesoro lo prohíban», pero en el caso de Cardoso, no pueden efectuar el pago al no poseer una identificación estadounidense.
Un incidente similar tuvo lugar algunos años atrás, cuando Gabriel Díaz Gato, otro ciudadano cubano, ganó el premio mayor en las máquinas tragamonedas del casino Seminole Hard Rock Hotel en Florida, pero le fue imposible cobrar los $3,850 dólares ganados.
Cuando le pidieron su identificación, se le informó que no podría recibir el premio debido a que residía en Cuba.
El casino justificó su negativa a pagar citando la ubicación de residencia del ganador en Cuba y haciendo referencia a las restricciones impuestas por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos en relación con ciudadanos cubanos.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro prohíbe a los casinos estadounidenses llevar a cabo transacciones con individuos de ciertos países, entre ellos Cuba.
