El Festival de Cayo Santa María en Cuba ha suscitado indignación tanto dentro como fuera de la Isla. Además de la desorganización inicial, la actitud de algunos artistas cubanos que parecen alinearse con la dictadura ha sido un tema candente en las redes sociales durante el fin de semana.
Uno de los casos que ha causado mayor impacto es la participación de Lenier Mesa en el evento. A pesar de sus declaraciones anteriores en contra del régimen comunista, su presencia en el festival y colaboraciones con otros artistas han dejado perplejos a sus seguidores.
Las redes sociales se han inundado de críticas e indignación por la participación de Mesa, quien ha respaldado el evento que se realiza en hoteles controlados por la dictadura. La cantante La Diosa, conocida por su franqueza, compartió un mensaje en sus stories expresando su descontento: «No quiero a ningún artista cara de pin… que vaya al festival cochino ese al lado mío. Muertos de hambre.»
La respuesta ante esta situación no se limitó a La Diosa. El rapero Raudel, de Escuadrón Patriota, también se manifestó en torno a la coherencia de las acciones y las palabras. Aunque no mencionó nombres, su mensaje hablaba de la autenticidad y la importancia de ser coherente con las acciones que respaldan las palabras.
«Al final cuando repasas un poco la historia, te das cuenta, que los de verdad, siempre fueron de verdad, y nunca se doblaron. Eso es lo que da no ser consecuente, porque cuando no eres consecuente, no puedes sostener con acciones, lo que comprometes con la palabra», expresó Raudel.
Aunque los nombres no fueron mencionados directamente, se especula que los mensajes están dirigidos al compositor de «Cómo te pago» y su participación en el festival. Además, la polémica se centra en el hecho de que Mesa haya sido admitido en el país mientras a otros artistas con posturas contrarias al régimen les ha sido negado el acceso.
El Festival de Cayo Santa María ha generado un debate en torno a la integridad de los artistas y su relación con el gobierno cubano. La postura de La Diosa y Raudel Escuadrón resalta la importancia de la coherencia entre las palabras y las acciones, especialmente en un contexto donde la lucha por la libertad y la verdad es fundamental.
La controversia en torno a este evento pone de relieve las complejidades de la escena artística en Cuba y el equilibrio entre la expresión artística y las realidades políticas del país. La discusión continúa sobre el papel que deben desempeñar los artistas en una sociedad en la que la censura y la represión son una realidad constante.