En medio de la incertidumbre y las preocupaciones que rodean la situación de los profesionales de la salud en Cuba, el Ministerio de Salud Pública (Minsap) ha salido al paso para desmentir cualquier afirmación sobre la implementación de nuevas regulaciones migratorias destinadas a restringir la movilidad de estos trabajadores. La aclaración, emitida por Georgina Pérez Álvarez, jefa de comunicación del Minsap, busca zanjar la polémica que ha surgido en las redes sociales.
«La salida o entrada de los trabajadores del sector de la salud no está sujeta a nuevas regulaciones. Cualquier información sobre este tema que no sea publicada oficialmente por el Minsap es falsa», afirmó Pérez Álvarez en su cuenta de Twitter, en respuesta a las especulaciones que han circulado en línea sobre la supuesta prohibición de viaje de un médico cubano.
Aunque desde las esferas oficiales se insista en calificar esta situación como una «noticia falsa», los comentarios de médicos en las redes sociales arrojan una perspectiva diferente. Muchos profesionales de la salud argumentan que continúan sujetos a regulaciones, con un enfoque particular en los especialistas.
Darian Ortega Martínez expresó: «Seguimos sin la capacidad de solicitar un pasaporte debido a nuestra situación de regulación. Esta restricción es la razón por la cual cada vez más médicos están solicitando dejar el sistema de Salud Pública. Además, los salarios también plantean un problema, lo que resulta en una creciente cantidad de consultas vacías».
El propio gobierno reconoce que durante el 2022, Cuba experimentó una pérdida considerable de profesionales de la salud, un hecho que subraya aún más la controversia en torno a este tema.
Según cifras proporcionadas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, el país perdió más de 31.000 trabajadores del sector de la salud en comparación con el año anterior. Entre estos números, se destacan 12.065 médicos y 7.414 enfermeros que dejaron su puesto en este campo. Esta disminución ha impactado drásticamente la relación de médicos por cada 100.000 habitantes, una estadística que solía ser un punto de orgullo para el gobierno.
La insuficiencia de profesionales en el sector de la salud se suma a la crisis de medicamentos y recursos hospitalarios, generando consecuencias severas para el bienestar general de la población cubana.
Un ejemplo conmovedor de esta problemática lo proporciona Yarelis Pérez Pérez, una madre residente en Cacocum, Holguín, quien compartió su experiencia. En sus propias palabras: «Soy una embarazada de Cacocum, Holguín, y durante las últimas seis semanas, incluido el día de hoy, no hemos tenido acceso a ultrasonidos (Biometrías Fetales ni Cervicometrías)». Estas carencias evidencian cómo la falta de personal médico está impactando directamente la atención prenatal y la salud materna.