En medio de la crisis alimentaria en Cuba, el régimen ha inaugurado con gran pompa una fábrica de polvo de moringa en Pinar del Río, destinada a mujeres embarazadas y personas de la tercera edad.
La ceremonia de apertura reunió a altos funcionarios del Gobierno, incluyendo al primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, y al viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca.
Marrero Cruz expresó que el lanzamiento de esta instalación, que tiene como objetivo producir 20 toneladas de polvo de moringa al año, es «un tributo a Fidel, el principal promotor de esta idea».
Añadió que se deben garantizar las áreas de cultivo necesarias para la producción, en cooperación con el Ministerio de Salud Pública, el cual distribuirá el polvo con fines medicinales y como suplemento nutricional, según informó el diario local Guerrillero.
El funcionario también mencionó que este «importante producto» podría convertirse en un artículo exportable dentro de la isla.
La fábrica está ubicada en la Unidad Básica de Producción El Pitirre, perteneciente al Centro de Investigación de Plantas Proteicas y Productos Bionaturales.
«La meta es procesar y obtener alrededor de 20 toneladas de polvo de moringa al año, y en una segunda fase, a través de un proyecto de colaboración internacional, se contempla llegar a las 100 toneladas anuales. Esto requerirá una expansión de las áreas agrícolas, así como mejoras en el riego y la mecanización», explicó Iván Álvarez Torres, líder de la planta.
Aunque no se ha revelado la inversión exacta del régimen en esta fábrica, otra instalación similar inaugurada en La Sierpe, Sancti Spíritus, contó con una inversión de más de 27 millones de pesos.
La moringa ganó importancia en la isla como parte de las últimas ideas obsesivas del dictador Fidel Castro, quien en sus últimos años se obsesionó con la idea de que Cuba estaba preparada para dedicarse a la producción masiva de la «planta milagrosa», ya que, en sus propias palabras, era una «fuente de carne, huevos, leche y fibras de seda».
Su propuesta de estudiar los árboles de moringa oleifera como alternativa para la «alimentación y el empleo saludable» quedó plasmada en sus artículos de la serie «Reflexiones».