Los cubanos están consternados y agotados ante los elevados precios en las tiendas en MLC (Moneda Libremente Convertible). En esta ocasión, se trata de bicicletas que pueden alcanzar hasta los 1340 dólares.
«En el día de hoy, en la intersección de Obispo y Aguacate, no había fila. Una bicicleta estándar a 424 MLC. Mientras tanto, una bicicleta eléctrica se cotizaba en 1340 MLC. También había una moto de tres ruedas», compartió una habanera en un grupo de Facebook.
«Con esos precios, difícilmente habrá colas. Me quedé asombrado con lo que la gente tiene que enfrentar»; «esa bicicleta parece que puede llevarte hasta la Luna» y «Oh Dios mío, después critican a los revendedores, mira estos precios», comentaron diversos cubanos.
«Es increíble, una bicicleta eléctrica tiene el mismo precio que una moto costaba hace solo un par de años. ¿Hasta dónde llegarán los aumentos de precio?» y «Tenemos que denunciar estos precios. Piden a los campesinos que vendan sus aguacates a un peso. Y esto pasa desapercibido. ¿Hasta cuándo?» cuestionaron.
El constante incremento de los precios en las tiendas en MLC en Cuba es un tema recurrente entre los ciudadanos.
«Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, es una sucesión de sorpresas desagradables. En cualquier momento podríamos sufrir un infarto. ¡Ay, Cuba! Quién iba a prever que llegaríamos a esto… parece que estamos retrocediendo, incluso a la era de las cavernas», expresó una cubana al conocer el precio del café Serrano.
«¿El paquete de café tiene un kilo? Antes costaba 15, ¿ahora ese es su precio?» cuestionó una cubana este jueves al observar el costo en una tienda en La Habana: 21 MLC.
«El precio del café Serrano lo he visto a 12.50 MLC por 500 gramos y a 25 MLC por un kilo. En el pasado, medio kilo costaba 7 CUC y el kilo de Serrano 14 CUC. ¿Cómo es posible? Esto es una resistencia creativa».
«Si fuera solamente el café… es todo. Ahora estamos enfrentando los precios de países como Dubai, Kuwait, solo por mencionar algunos. Y luego algunos hablan de continuidad… parece que continuamos pasando hambre y penurias, incluso sin poder disfrutar de un buen pan. Los niños todavía no pueden tomar leche ni darse el gusto de un Chupa Chupa. Claro, estamos hablando de los cubanos comunes, porque, bueno, lo que es conocido no necesita explicación», opinó un ciudadano.