La divulgación de la factura abonada por un grupo de comensales en un restaurante de La Habana ha desatado un extenso debate acerca de los precios exorbitantes que prevalecen en la Cuba actual.
«¿Llegará el día en que vivir en Cuba sea un lujo?» es el comentario que lidera la imagen de la factura, compartida en un grupo de Facebook en las últimas horas.
La cuenta de la cena asciende a la asombrosa suma de $18,337 pesos, equivalente a cerca de 9 salarios mínimos de un trabajador en la isla ($2,100 pesos).
En un lapso de pocas horas, la publicación ha obtenido cerca de 8,000 reacciones y más de 3,400 comentarios, en los cuales los usuarios expresan su profundo malestar frente a la desconcertante inflación que afecta al país.
«Al parecer, eran 9 personas para los platos principales (incluyendo las pizzas). Aproximadamente, serían 2,000 pesos por persona. Aunque no soy un ávido seguidor de los restaurantes ‘paladares’, tengo conocimiento: eso es un costo promedio», aseguró un usuario, contrapunteando a algunos incrédulos.
Un individuo compartió la imagen de una experiencia similar vivida en otro restaurante:
«Soy jubilada y necesito ahorrar mi pensión íntegra durante 8 meses. Nosotros, los de aquí, no seremos derrocados desde el exterior; somos nosotros quienes estamos padeciendo, por amor de Dios», comentó una señora.
«Se requiere tener dólares para que no alcance ni los 100. ¡Qué compleja es nuestra realidad! … ¡Cada vez más!», aseguró otro usuario.
Sin embargo, hay quienes opinan que no se trata de un costo tan elevado. Alegan que es similar a la suma que suele pagarse en otras partes del mundo, como Europa o Estados Unidos:
«Entiendo que los cubanos corrientes tengan motivos para quejarse, pero ¿los que residen fuera o están de visita? Esa factura no supera los 100€, y con el tipo de cambio actual serían unos 80€ por persona, incluyendo la cerveza y salieron satisfechos», opinó alguien.
En los comentarios tampoco faltan las críticas hacia lo que ya se ha vuelto común y se identifica como una «nueva tendencia» de incorporar la propina obligatoria en los costos del menú. Esto se asemeja mucho a lo que es usual en los restaurantes y otros negocios en Estados Unidos.
En la imagen de la publicación se muestra el código QR del establecimiento en cuestión, lo que permitió acceder al menú oficial y confirmar que los precios se mantienen en línea con las tarifas habituales.