En el municipio Santa Cruz del Sur, provincia de Guantánamo, un camión mezclador de cemento se convirtió en el epicentro de un asombroso incidente en el que más de 13 mil cajas de cigarros fueron incautadas por las autoridades cubanas. Este suceso, entre muchos otros, destaca la lucha constante contra el mercado negro y la corrupción en Cuba.
Durante una inspección rutinaria en un punto de control en carretera, la mercancía ilícita fue descubierta. Las autoridades constataron que el chofer del vehículo estatal había ocultado las cajas de cigarros en el interior del camión, utilizando el orificio del trompo como vía de introducción. Según informa «El cubano fiel», un perfil cercano a la Seguridad del Estado, el conductor fue detenido y remitido a la policía.
Hasta el momento, los detalles oficiales del caso son escasos, lo que añade un velo de misterio a esta peculiar operación de contrabando. Sin embargo, esta no es una situación aislada, sino que se suma a una serie de incidentes similares que han tenido lugar en los últimos meses en Cuba.
El mercado negro en la isla caribeña presenta una variedad de productos codiciados, como azúcar, arroz, café y cigarros. Estos artículos son altamente demandados debido a la escasez y a las restricciones del gobierno en la distribución. Los ciudadanos se ven obligados a recurrir al mercado negro para obtener estos productos esenciales, lo que crea un ambiente propicio para actividades ilegales y corruptas.
Un ejemplo ilustrativo ocurrió en el municipio Guamá, provincia de Santiago de Cuba, donde el administrador de una cafetería estatal fue detenido en junio. Este individuo fue interceptado mientras transportaba una considerable cantidad de mercancía de contrabando, incluyendo cajas de cigarros y jugo. Uno de los perfiles oficialistas que documenta la lucha contra la ilegalidad en el país reportó el incidente.
Cuba ha enfrentado problemas de corrupción durante mucho tiempo y este problema se exacerba en momentos de crisis económica aguda, como la que la isla está atravesando actualmente. La corrupción en el sector estatal es un desafío persistente y perjudicial que socava la confianza pública en las instituciones gubernamentales.
El sector del Comercio y la Gastronomía es especialmente vulnerable a la corrupción. La escasez de productos básicos ha llevado a que los artículos de alta demanda, como los cigarros, se conviertan en una fuente lucrativa de ingresos para aquellos dispuestos a arriesgar la legalidad. En este contexto, las autoridades cubanas han intensificado sus esfuerzos para combatir estas prácticas ilícitas.
En el último año, el Índice de Percepción de la Corrupción 2022, elaborado por la ONG Transparency International, situó a Cuba entre los 50 países más corruptos del mundo. La clasificación del país caribeño disminuyó al puesto 45 de 100, lo que indica un empeoramiento en la lucha contra la corrupción en comparación con el año anterior.
En respuesta a este problema, tanto la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) como el Ministerio del Interior han lanzado una campaña en las redes sociales para resaltar la confiscación de productos destinados al mercado negro. Además, estas instituciones enfatizan la rapidez y eficiencia con la que persiguen los delitos relacionados con el contrabando.