El monitoreo constante de los fenómenos climáticos es esencial para prever y mitigar posibles impactos devastadores. En este contexto, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) está llevando a cabo una vigilancia minuciosa de tres áreas críticas, dos en el Atlántico y una en el Golfo de México. Este seguimiento ha despertado la atención de expertos y ciudadanos por igual, ya que estas regiones son propensas a la formación de tormentas y huracanes. A pesar de esta alerta, en el presente momento no se visualiza una amenaza directa para Cuba.
De acuerdo con el canal cubano Tiempo Tropical, las mencionadas áreas muestran un potencial para desarrollar sistemas ciclónicos en los próximos siete días. Si bien la identificación precisa de las zonas más vulnerables o los impactos específicos aún resulta prematuro, las recomendaciones de estar alerta y sintonizados con las actualizaciones climáticas son esenciales para todas las personas que residen en el Caribe y el Golfo de México.
El canal de Telegram Tiempo Tropical, conocido por proporcionar información meteorológica alternativa para Cuba y el Caribe, señala: «Aunque es difícil afirmar con certeza, se vislumbra la posibilidad de una situación potencialmente activa a principios de la próxima semana. Permaneceremos vigilantes».
En lo que respecta al primer área en el Atlántico tropical central, se reportan chubascos y tormentas eléctricas dispersas. Estas condiciones, asociadas a una vaguada alargada de baja presión localizada aproximadamente a 750 millas al oeste-suroeste de las Islas Cabo Verde, presentan un entorno propicio para el desarrollo gradual de un sistema. Las perspectivas indican que en los próximos días podría formarse una depresión tropical mientras se desplaza hacia el oeste o el oeste-noroeste a una velocidad de alrededor de 10 mph a través del Atlántico tropical central.
En cuanto a la probabilidad de formación, se prevé un 30 por ciento en las próximas 48 horas, aumentando a un 50 por ciento en los próximos siete días.
Simultáneamente, en el Atlántico tropical oriental, una onda tropical se desplaza desde la costa occidental de África, portando consigo un extenso campo de lluvias y tormentas eléctricas desorganizadas. Los modelos climáticos predicen que esta onda se dirigirá hacia el oeste-noroeste a una velocidad de 15 mph, creando una zona de baja presión en aproximadamente un día cerca o justo al oeste de las Islas Cabo Verde.
Las proyecciones sugieren la posibilidad de un mayor desarrollo de este sistema, pudiendo originar una depresión tropical durante el fin de semana. Sin embargo, las condiciones ambientales podrían volverse desfavorables la semana siguiente. La probabilidad de formación en 48 horas se estima en un 20 por ciento, aumentando a un 40 por ciento en los próximos siete días.
En el Oeste del Golfo de México, existe la posibilidad de que se forme una amplia zona de baja presión a principios de la próxima semana. A medida que esta se mueva hacia el oeste y se aproxime a la costa occidental del Golfo de México a mediados de la siguiente semana, existe una leve probabilidad de un desarrollo lento de este sistema.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos establece una probabilidad de formación de apenas un 0 por ciento en las próximas 48 horas, aunque esta aumenta a un 20 por ciento en los siguientes siete días.