La situación en las sucursales bancarias de Cuba ha llegado a un punto crítico, según el vicepresidente del Banco Central de Cuba (BCC), Alberto Quiñones. La escasez de efectivo para satisfacer la demanda se ha convertido en una preocupación creciente.
En su reciente participación en la Mesa Redonda, Quiñones destacó que la dificultad actual no es una consecuencia directa de la bancarización, aunque las tensiones aumentaron tras las limitaciones anunciadas por el BCC en la extracción de efectivo y la campaña hacia la bancarización.
Quiñones admitió que la mayoría de las personas acuden a los bancos estatales para retirar efectivo en lugar de hacer depósitos. Esto ha llevado a largas colas de dos a tres horas para aquellos que desean retirar su dinero, un escenario contrario a la intención del BCC.
El vicepresidente del BCC explicó que las sucursales bancarias toman decisiones basadas en la logística y la disponibilidad de efectivo en el día a día. Algunas sucursales han implementado límites administrativos en los retiros de dinero para personas naturales, una medida que se espera que desaparezca cuando mejore la disponibilidad de efectivo en el país, aunque no se proporcionó una fecha exacta.
Los cubanos no tardaron en expresar sus opiniones en las redes sociales. Everardo A. Santos Batista planteó que «la inflación está descontrolada» y señaló la necesidad de denominaciones mayores para afrontar la escasez de efectivo.
Aunque en la Mesa Redonda no se abordó si el BCC ha impreso billetes de mayores denominaciones, el economista cubano Pedro Monreal reflexionó previamente sobre los costos asociados a la impresión de billetes en situaciones de alta inflación.
La alternativa para los cubanos es utilizar transferencias bancarias para pagos y cobros, pero el BCC ha establecido límites diarios y mensuales para estas operaciones. Esta restricción solo aplica a personas naturales, mientras que las cuentas empresariales no tienen límites, aunque los movimientos están registrados para fines fiscales.
La problemática de la escasez de efectivo y las limitaciones en las operaciones bancarias en Cuba resaltan la necesidad de encontrar soluciones efectivas para garantizar el acceso y la fluidez financiera en un entorno económico desafiante. Las discusiones sobre las medidas a tomar y las estrategias a implementar para mejorar esta situación seguirán siendo de gran relevancia en los próximos tiempos.