Un reciente testimonio pone de manifiesto las dificultades que enfrenta la industria turística en la isla. Desde una perspectiva distinta, el relato revela un lado oscuro de las experiencias de los visitantes en un hotel de Cayo Largo.
Un cubano, quien decidió compartir su experiencia en las redes sociales, expuso un incidente alarmante en el Hotel Cayo Largo, ubicado en la Isla de la Juventud. Según su relato, tras pagar una significativa suma de dinero (180,000 pesos cubanos) para cinco personas, llegaron al establecimiento turístico solo para enfrentar una sorpresa desagradable: la falta de comida en las cafeterías y restaurantes.
Este relato arroja luz sobre la situación desafiante que enfrentan los hoteles en Cuba. La escasez de recursos y la falta de abastecimiento afectan directamente la calidad del servicio gastronómico. El huésped afectado compartió su decepción y frustración: «Todo mal y hasta la piscina con moho. Tengo videos y fotos de todo lo acontecido. El gerente dijo que nos iban a devolver el dinero el día antes de irnos, pero dijeron después que no nos iban a devolver nada».
La falta de cumplimiento de las promesas y la sensación de haber sido estafado se acentúan en su testimonio. El descontento radica en la pésima experiencia vivida y en la pérdida financiera: «Nos robaron 180 mil pesos porque ni consumimos ni hicimos nada».
Este incidente se suma a otras denuncias que han surgido recientemente sobre la industria hotelera en Cuba. Una cubana compartió sus propias experiencias en un hotel en Varadero, resaltando la falta de abastecimiento en contraste con las imágenes de comidas y bebidas abundantes que circulan en las redes sociales.
Incluso, el reguetonero Jorge Junior se sumó a las críticas, dirigiendo su voz hacia el Hotel Meliá Internacional de Varadero. En sus palabras, se refleja una preocupante discrepancia entre lo que alguna vez fue y lo que ahora es. Su mensaje es claro: «Para hospedarme y pasar una buena estancia… Créeme que no elegiría este hotel».