En medio de la persistente incertidumbre alimentaria que afecta a Cuba, una voz recién llegada a Estados Unidos ha arrojado luz sobre un asunto que ha dejado perplejos a muchos: la abrupta disminución de la masa porcina y avícola en la nación caribeña. Alexander Varona, un veterinario cubano de Camagüey que emigró hace apenas unos meses a EE.UU., ha alzado su voz para exponer una verdad que desafía las explicaciones convencionales.
Varona, en una entrevista exclusiva con America Tevé, ha señalado que la alarmante reducción en la población de cerdos y aves en Cuba no se debe a la escasez de alimentos, como muchos podrían haber asumido, sino a un deficiente manejo de tres enfermedades que se propagaron rápidamente desde su provincia de origen hasta el resto del país.
El veterinario ha detallado que detectó la presencia del virus del cólera en cerdos de la empresa porcina de Camagüey, pero las autoridades locales minimizaron el diagnóstico, atribuyendo los problemas a «algo digestivo». Sin embargo, desde el CENPALAB en La Habana, finalmente se confirmó la presencia de tres enfermedades: el cólera, la peste porcina africana y el virus de la influenza H1N1 de tipo A en la población porcina de Camagüey.
Lo más sorprendente es la acusación directa que Varona ha lanzado contra Jorge Luis Parapar López, quien en 2013 dirigía la Empresa Porcina de Cuba Camagüey y ahora lidera el Grupo Avícola. Según Varona, Parapar López, a través de lo que describe como «una gestión extremadamente inadecuada», habría contribuido conscientemente a la propagación de las tres enfermedades que han tenido un impacto devastador en la producción porcina y avícola de Cuba.
El veterinario también ha denunciado que el sacrificio masivo de cerdas reproductoras en 2017 fue presentado falsamente como un aumento en la producción de carne de cerdo en Cuba. Este sacrificio afectó negativamente a los campesinos y a la economía, ya que las unidades especializadas fueron diezmadas y las cerdas sanas fueron sacrificadas mientras que las enfermas permanecieron en los centros de cría.
A través de estas revelaciones, Varona busca justicia para los agricultores que se vieron afectados por la mala gestión de las enfermedades, y exige que se investiguen las acciones de los altos cargos involucrados en esta crisis. Su intención es regresar a Cuba y poner a prueba su verdad en el terreno, en busca de transparencia y rendición de cuentas.
La historia de Alexander Varona arroja una nueva perspectiva sobre la crisis alimentaria en Cuba y subraya la importancia de la gestión adecuada en la industria agropecuaria. Las acciones irresponsables pueden tener consecuencias devastadoras no solo para la producción, sino también para los medios de vida de los agricultores y la seguridad alimentaria del país.