La periodista cubana Julita Osendi nos ofrece una mirada íntima y conmovedora sobre su reciente partida de Cuba en una entrevista exclusiva con CiberCuba. Desde su nueva residencia en Cape Coral, Florida, Julita nos comparte sus motivos y planes para el futuro, así como su perspectiva sobre la situación actual de Cuba y la revolución.
Julita nos cuenta que llegó a Estados Unidos hace un mes, en respuesta al insistente llamado de su hijo Henry, quien había deseado su presencia por mucho tiempo.
«Yo vine a este país reclamada por uno de mis hijos, Henry, quien hace mucho tiempo me ha pedido que viniera. Llegué hace un mes», comentó.
Su ubicación actual en Cape Coral, Florida, le brinda un nuevo comienzo y la oportunidad de continuar su trabajo como escritora para Cibercuba, la plataforma que ha sido una fuente vital para su supervivencia durante la última década en Cuba.
Mientras sigue contribuyendo con Cibercuba, Julita también está ocupada con la edición de su primer libro, una recopilación de entrevistas de vida a deportistas, artistas y otras personalidades que ha publicado en la plataforma. Además, la periodista ha incursionado en el mundo de los tik tok con su característico sentido del humor, sumándose así a las tendencias actuales.
En cuanto a su decisión de abandonar Cuba, Julita comparte sus razones con claridad. Destaca que su hijo Henry había estado insistiendo en su salida durante años, pero fue la realidad del país lo que finalmente la impulsó a emigrar. La crisis económica, la escasez de recursos básicos como alimentos y medicinas, la decadencia de las infraestructuras y la pérdida de calidad de vida, han sido factores determinantes en su decisión.
«El discurso reiterativo de las autoridades, el apelar siempre a la misma causa que nos ha acompañado por más de 60 años años: el bloqueo, el escape de medicinas, la falta de comida porque NO hay con qué comprarla, el no poder ir a un teatro, algo tan necesario intelectualmente, porque no haya en qué ir y un auto del Cerro al Vedado cueste tres mil pesos ida y vuelta…realmente no se puede», denunció.
«Ver aquella cuadra mía con aquel edificio derrumbado; a mis vecinos de toda la vida muriendo en vida porque nadie ayuda, nadie resuelve; todo es una mentira», lamenta Julita. Añade que la falta de agua, electricidad y la deteriorada calidad de vida han influido en su elección.
Julita también reflexiona sobre su evolución política. Aunque en el pasado fue simpatizante de la revolución, ha cambiado sus perspectivas con el tiempo. «Formé parte de ella como cientos de miles, millones, que hoy viven fuera de Cuba o están fallecidos creyentes que alguna vez aquello mejoraría», afirma. Sin embargo, las dificultades y las promesas incumplidas han llevado a un cambio de corazón.
«Amaba la revolución, formé parte de ella como cientos de miles, millones, que hoy viven fuera de Cuba o están fallecidos creyentes que alguna vez aquello mejoraría. Pero como el agua se consume cuando la hierves, a mí los sueños se me evaporaron», dijo a Cibercuba.
En cuanto al futuro de Cuba, Julita es realista. Expresa que la situación no es alentadora y que el discurso oficial no muestra signos de evolución. La falta de perspectivas luminosas y las dificultades actuales son preocupantes.
«Ver cada día más rozagantes y gruesos a los que deben hacer que el país avance y el de al lado, muerto en vida ¡por favor! Ese deporte que tanto amo, en el cual tengo tantísimos amigos, mis mejores amigos, hijos, hermanos, quedando a la zaga en los Juegos Centroamericanos; esa estampida de atletas que han buscado un futuro afuera, encaramados en podios de otros colores ¿a quién no le duele eso? Pero no les queda de otra y que conste, no estoy llamando a ninguna deserción; estoy diciendo lo justo que pasa», precisó.
Julita concluye con un mensaje de afecto hacia los deportistas cubanos, a quienes admira y respeta. Aclara que nunca ha causado daño a nadie y agradece a quienes la han contactado, pero enfatiza que su deseo es vivir tranquila junto a su familia y continuar construyendo un futuro en su nuevo hogar. Su historia es un testimonio del impacto personal y profundo que las circunstancias pueden tener en la vida de cada individuo.