En la ciudad de Santiago de Cuba, un lamentable incidente ha sacudido a la comunidad cristiana. Según se ha difundido en diversas plataformas en línea, un pastor cristiano, Yorlenis Columbié, sufrió un ataque en las calles de la ciudad mientras se dirigía a su hogar. Los informes indican que las heridas, afortunadamente, no revisten gravedad.
El hecho ocurrió el pasado martes y fue narrado por el ministerio cristiano “Una mano que ayuda”. El pastor Yorlenis Columbié, en su regreso a casa, fue abordado por un agresor con la intención de robarle su celular y su mochila.
A pesar del violento intento, los delincuentes no lograron su cometido, pero el pastor resultó apuñalado en el proceso. Afortunadamente, las heridas no afectaron ningún órgano vital y se consideran de naturaleza leve. En estos momentos, el pastor se encuentra en su hogar, en proceso de recuperación.
Es importante destacar el impacto que este tipo de incidentes tiene en la comunidad. Varios pastores y seguidores del religioso han mostrado su apoyo visitándolo durante su convalecencia y expresando sus deseos de una pronta recuperación.
En medio de este triste suceso, una voz en las redes sociales expresó su descontento: “Hasta cuándo la violencia en este país, después dicen que es el mejor país donde hay paz, todo es mentira”. Esta frase refleja la frustración de muchas personas que sienten que la realidad dista de la imagen de tranquilidad que se intenta proyectar.
Este incidente también trae a la memoria otro ataque reciente contra la familia de otro sacerdote santiaguero, Leandro Naun Hung. Tres individuos enmascarados irrumpieron en su hogar con la intención de robar. Sin embargo, la madre del párroco los descubrió en el acto y fue víctima de agresiones físicas. Su esposo también intentó intervenir, pero también sufrió ataques violentos.
La gravedad de las lesiones requirió una intervención quirúrgica para el señor. Estos casos ilustran una problemática más amplia en la sociedad que debe abordarse con seriedad. La seguridad y el bienestar de los ciudadanos, incluyendo a líderes religiosos como el pastor Columbié, deben ser una prioridad.