En un hilarante sketch de Tik Tok, el humorista cubano Aliarcito expone el bajo nivel de las clases de inglés en las escuelas cubanas.
En la parodia, un maestro y dos alumnos intercambian unos pocos parlamentos básicos, y la clase concluye con calificaciones perfectas para ambos estudiantes.
La escena capturó la atención de muchos cubanos que se identificaron con la baja calidad de las clases de inglés en el país, y reaccionaron con humor.
Algunos comentaron que este tipo de situaciones es frecuente en todas las etapas escolares, mientras otros bromearon sobre la utilidad limitada de los diálogos enseñados en la vida real.
Este video del humorista Aliarcito no es el único que ha revelado la preocupante situación de las clases de inglés en Cuba. El año pasado, teleclases impartidas por maestras cubanas a niños de primaria generaron asombro entre los internautas.
Los usuarios notaron el «particular» acento inglés con el que las profesoras enseñaban el idioma, lo que planteaba interrogantes sobre la efectividad de la enseñanza.
En general, los cubanos expresaron su confusión y duda sobre si las teleclases buscaban enseñar inglés de manera adecuada o si se trataba de un dialecto derivado del idioma.
Este tipo de situaciones pone de relieve la necesidad de mejorar la calidad de la educación en Cuba, especialmente en lo que respecta a la enseñanza de idiomas como el inglés, que es importante para la comunicación y el desarrollo profesional de los estudiantes.
La capacidad de comunicarse en inglés abre puertas en el mundo globalizado actual, proporcionando oportunidades laborales y facilitando el acceso a información y recursos internacionales.
En muchos países, el aprendizaje del inglés es una parte integral del sistema educativo, y se enfatiza la importancia de adquirir habilidades sólidas en este idioma desde temprana edad.
Sin embargo, en Cuba, la enseñanza de inglés parece enfrentar desafíos significativos, como lo ilustra el sketch de Aliarcito.
Las clases de inglés en el país a menudo se ven limitadas por recursos insuficientes, falta de capacitación adecuada para los maestros y un enfoque poco práctico en el aula.
A medida que el mundo se vuelve más interconectado, el dominio del inglés se vuelve cada vez más crucial, no solo para el desarrollo personal, sino también para el progreso económico y social del país.