El cubano Yunior Sebey Mena, condenado a siete años de cárcel por participar en las protestas masivas de 2021 en Villa Clara, vivió una semana llena de emociones al recibir un permiso de tres días para estar con su familia.
Durante su visita, Yunior tuvo un emotivo reencuentro con su bisabuela, una anciana invidente que lo recibió con amor y alegría. El abrazo entre ambos fue compartido en Facebook por su hermana, Yaima Sebey.
Los comentarios en la publicación expresaron admiración por la capacidad de la anciana para reconocer rápidamente a Yunior, a pesar de dos años de separación.
En noviembre del año pasado, Yunior protagonizó una huelga de hambre y sed para exigir atención médica debido a una enfermedad hereditaria que padece, conocida como sicklemia.
A pesar de su delicada condición de salud, las autoridades comunistas negaron la licencia extrapenal y lo mantuvieron bajo condena.
La participación de Yunior en las protestas masivas resultó en su sentencia por los delitos de desacato y desórdenes públicos.
Actualmente, cientos de cubanos permanecen privados de su libertad por exigir respeto a los derechos humanos, un sistema democrático y libertad en Cuba.
La organización Prisoners Defenders ha documentado en sus informes que los presos políticos en Cuba sufren torturas físicas y psicológicas, además de no recibir una alimentación adecuada ni medicamentos cuando están enfermos.