Un cubano fue detenido en Pinar del Río por su intento de vender cien sacos de pienso y maíz en grano destinados a la alimentación de cerdos a través de las redes sociales.
La detención tuvo lugar en la zona conocida como El Avioncito, en el Reparto Hermanos Cruz, en la ciudad de Pinar del Río. Los detalles de este incidente fueron compartidos a través del perfil oficialista de Facebook «De Pinar Soy», una fuente que busca mejorar la imagen de la policía cubana, cuya efectividad ha sido cuestionada en medio del aumento de la delincuencia.
De acuerdo con la información proporcionada, el detenido se dedicaba a la venta en línea de alimentos para cerdos, ofreciendo pienso y maíz en grano a un precio de «5300 pesos sin justificar su procedencia». Una imagen de los sacos decomisados acompaña esta publicación, brindando una representación visual del suceso.
Esta no es la primera vez que se registra un incidente de esta naturaleza. Recientemente, en el municipio Yara, la policía de Granma confiscó sacos de arroz y materiales de construcción en una casa almacén. Además, en Sancti Spíritus, se incautaron cerca de 46.88 toneladas de pienso que presuntamente serían destinadas al mercado informal.
En medio de la crisis alimentaria que aqueja al país, el aumento de la inflación y la escasez generalizada, el mercado informal se ha convertido en el recurso primordial para adquirir bienes esenciales. La economía sumergida se erige como una forma de subsistencia para muchas familias, quienes buscan desesperadamente alternativas para obtener alimentos y productos básicos.
Frente a esta creciente problemática, las autoridades están intensificando sus esfuerzos para restringir las actividades comerciales informales. Sin embargo, este enfoque resalta una cuestión de mayor envergadura: la incapacidad del estado para proveer adecuadamente a la población.
Este enfrentamiento entre el gobierno y los actores del mercado informal arroja luz sobre la discrepancia entre la realidad económica de Cuba y las políticas implementadas por el partido comunista. En muchas ocasiones, los revendedores son señalados como responsables de la crisis, mientras que las deficiencias en las políticas económicas no se abordan con la misma profundidad.
Expertos sostienen que las medidas represivas y los decomisos, en lugar de resolver el problema, pueden contribuir al aumento del contrabando y las ventas informales, agravando aún más la situación. Es evidente que la solución requiere un enfoque más integral, que aborde tanto las dificultades del mercado informal como las fallas estructurales en la economía del país.