En un acto valiente y conmovedor, la activista animalista cubana, Betty Batista, tomó la decisión de arrebatar a un hombre un poni que estaba siendo maltratado en plena calle. Con determinación, llevó al indefenso animal a su casa en La Habana, proporcionándole refugio y protección hasta la llegada de las autoridades.
La valiente mujer, quien se dedica al rescate de animales, compartió un video en su página de Facebook donde enfrenta a los dueños del poni cuando vinieron a reclamarlo. Les exigió que presentaran un documento oficial para poder ser localizados por la Policía antes de entregarles el caballo.
Betty Batista había advertido a los responsables del maltrato durante tres días, pero el poni seguía siendo sometido a golpes y maltrato. En un arranque de indignación, decidió tomar cartas en el asunto y rescatar al animal. A pesar de la resistencia de los dueños, su determinación era fuerte, y se mostró como una fuerza imparable.
La activista llevó al poni al portal de su vivienda, que estaba amurallado y tenía una puerta, convirtiéndose así en un refugio seguro para el animal. Sin embargo, también denunció que en Cuba, ser una protectora de animales es una tarea desprotegida, ya que a pesar de existir el Decreto Ley de Bienestar Animal, el maltrato continúa impune y con complicidad de las autoridades.
La situación del caballo maltratado es solo una muestra del horror que enfrentan muchos animales en la isla. Betty expresó su desolación ante la realidad de que este tipo de maltrato es común en Cuba. Incluso, mencionó que uno de los implicados en el maltrato no era menor de edad, aunque lo había asumido en un principio.
La activista compartió otro video donde resaltó su agotamiento ante los abusos que había presenciado durante días hacia el animal. A pesar de las amenazas y los peligros, no se detuvo en su misión de proteger al poni.
Aunque se desconoce si la policía llegó al barrio para proteger al caballo y a la rescatista, lo que sí es evidente es el impacto positivo que la valentía de Betty ha tenido en la comunidad en línea. Su historia es solo una de las muchas situaciones de maltrato animal que ocurren en la isla, y destaca la necesidad de una mayor protección y conciencia sobre este tema.
No podemos ignorar la dedicación y sacrificio de activistas como Betty Batista, quienes arriesgan su bienestar personal por proteger a los animales indefensos. Su valentía debería inspirarnos a todos a ser más conscientes de la importancia de defender y proteger a los animales y a promover un trato justo y humano hacia ellos.