En un conmovedor giro del destino, Ana Hernández, una cubanoamericana que recurrió a las redes sociales en busca de su padre, logró un emocionante reencuentro en cuestión de horas, según confirmó Ana.
Ana Hernández explicó que su padre, Armando Truy Regueira, emigró a Estados Unidos en 1995, un hecho que descubrió después de publicar un mensaje en redes sociales en busca de información. Una prima de su padre, con el apellido Regueira, vio su historia y logró conectarlos, desencadenando un emotivo encuentro.
«Una prima de mi padre con el apellido Regueira vio mi historia y se comunicó con la esposa de mi padre. Él está en Estados Unidos. Ya hablamos por teléfono y pronto voy a verlo y a darle un abrazo muy fuerte», compartió Ana con alegría.
La historia de Ana Hernández comenzó hace algunos años cuando descubrió la verdad sobre su padre biológico. Su madre, Caridad Aguiar, quedó embarazada de su novio, Armando Ruiz Regueira, cuando dejó Cuba en la década de 1960. Ana compartió fotos de su madre y su novio de esa época, recreando la historia de amor y la búsqueda de su identidad.
La búsqueda de Ana generó un amplio apoyo en las redes sociales, y su historia conmovió a muchos. En un mensaje dirigido a su padre, Ana expresó sus sentimientos: «Armandito, tienes una hija que te busca desde Estados Unidos. Lamento haberme tomado tanto tiempo para tener el coraje de comenzar este viaje. Espero encontrarte, Armandito. Estoy tomando todas las medidas posibles. Rezo para que estés bien de salud y que nos encontremos. ¡Tengo fe en Dios!»
La reacción y el apoyo de la comunidad en línea fueron abrumadores. Los mensajes de aliento y los deseos de éxito se multiplicaron, demostrando la solidaridad y la empatía de las personas ante esta conmovedora búsqueda.
Ana Hernández, actualmente de 56 años y residente en Nueva York, compartió con CiberCuba que, debido a ciertas circunstancias, no pudo buscar a su padre antes. Aunque intentó buscarlo en Cuba sin éxito, nunca perdió la esperanza de encontrarlo.
En un emotivo giro del destino, la historia de Ana Hernández tuvo un final feliz. Su persistencia, su valentía y el poder de las redes sociales hicieron posible que Ana y su padre finalmente se encontraran después de tantos años separados.