El Banco Central de Cuba (BCC) ha implementado este miércoles estrictos controles sobre las transacciones en efectivo a través de nuevas medidas destinadas a la digitalización de las transacciones de pagos en todos los sectores de la economía. En un comunicado emitido el miércoles, después de la aprobación de la digitalización del país por parte del Consejo de Ministros, el BCC delineó sus planes para crear las condiciones y capacidades necesarias para este proceso, con el objetivo final de reducir al mínimo el uso de moneda física.
La implementación de la “digitalización de las transacciones de pagos en todos los sectores de la economía y con la población” implicará facilitar el uso de métodos de pago electrónicos, dispositivos y pasarelas, al tiempo que se promoverá la utilización de instrumentos de crédito existentes y otros métodos de pago, reduciendo así la dependencia del efectivo físico.
Para lograr un control más estricto sobre el efectivo, el BCC ha establecido varias medidas. En primer lugar, requerirá que “todos los actores dentro de la economía soliciten el efectivo necesario para sus actividades en las sucursales bancarias donde se encuentran sus cuentas corrientes o fiscales, ajustándose a los términos acordados con el banco y de acuerdo con los niveles operativos y fiscales”.
En segundo lugar, solo las “personas naturales que reciben pensiones, salarios y otros ingresos personales, así como recursos de cuentas de ahorro”, podrán “utilizar la red de cajeros automáticos para retiros en efectivo”.
La tercera disposición establece que “las transacciones realizadas entre todos los actores económicos se llevarán a cabo mediante instrumentos de crédito y otros métodos de pago válidos, excluyendo el efectivo”. Se dará prioridad a los medios y canales electrónicos, cuando sea posible, acreditando los fondos exclusivamente en cuentas corrientes o fiscales.
Por último, el BCC destaca que continuará expandiendo gradualmente los esfuerzos “en todos los negocios y proveedores de servicios para habilitar métodos de pago electrónicos y el uso de pasarelas de pago existentes (Transfermóvil, ENZONA, códigos QR, así como Terminales de Punto de Venta, conocidos como POS)”, incentivando a la población con descuentos por utilizar estos métodos de pago.
El gobierno justifica estas medidas como en el mejor interés de la población. El deterioro de los cajeros automáticos, debido a la falta de piezas de repuesto, se ha citado como la razón de estos cambios, atribuyéndolo al embargo continuo de Estados Unidos. Sin embargo, no ha reconocido la falta de efectivo en las instituciones bancarias.
Esta crisis ha sido especialmente evidente en los últimos días, ya que numerosas personas se han quejado de no poder retirar sus salarios debido a la falta de fondos en los cajeros automáticos.
Joaquín Alonso Vázquez, presidente del BCC, indicó recientemente que el gobierno implementaría estas medidas para garantizar que los fondos cubanos permanezcan dentro de la institución financiera. Vázquez informó a la Asamblea Nacional del Poder Popular que en los últimos dos años, 1,000 millones de pesos habían salido del banco, a través de retiros de salarios, extracciones de cuentas de actores económicos para comprar bienes, etc., y no habían regresado.
Para evitar esta fuga de capital, el gobierno aboga por la digitalización de las transacciones de pago, tanto entre la población como entre los actores económicos, utilizando instrumentos de crédito existentes, como cheques y cartas de crédito.
Estas medidas, anunciadas por el BCC, entrarán en vigor el 3 de agosto de 2023. En respuesta, la corporación estatal CIMEX, parte del conglomerado militar GAESA, ya ha anunciado que los pagos en efectivo se eliminarán en las gasolineras del país a partir del 1 de septiembre.