El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, hizo recientemente una visita a la ciudad de Santiago, donde aprovechó para hacer turismo con su familia. Durante su estancia en la ciudad, Díaz-Canel expresó su compromiso con la solución de los problemas que enfrenta el país, pero esta afirmación contrasta con la realidad de la creciente desigualdad y pobreza extrema que se vive en la ciudad.
Acompañado de su esposa, Lis Cuesta Peraza, y otros familiares y allegados, Díaz-Canel recorrió lugares de interés en Santiago, compartiendo imágenes de sus actividades en sus redes sociales. Sin embargo, esta visita no estuvo exenta de críticas, ya que muchos consideran que el gobernante y su séquito disfrutan de viajes institucionales mezclados con intereses privados.
En el pasado, Díaz-Canel también ha sido objeto de controversia debido a su nepotismo, mostrando a su hijastro a personalidades como el Papa Francisco y haciendo comentarios irónicos sobre él. Esta actitud ha generado confusión y cuestionamientos sobre el gobierno y su ética.
Mientras el presidente hace turismo y muestra una imagen positiva de la ciudad, la realidad es que los santiagueros enfrentan problemas como apagones, escasez de alimentos, combustible y medicinas. Además, la creciente ola de violencia y agresiones con machetes ha aumentado las preocupaciones sobre la seguridad en la zona.
A pesar de los desafíos que enfrenta la ciudad y el país, Díaz-Canel hizo un llamado a combatir las ilegalidades y la delincuencia, y aumentar la oferta de bienes de consumo para combatir la inflación. Sin embargo, muchos cuestionan la sinceridad de estas palabras, ya que el presidente optó por quedarse en Santiago disfrutando de sus actividades turísticas en lugar de regresar a La Habana para abordar los problemas reales del país.
Esta visita ha dejado a muchos cubanos cuestionándose la verdadera voluntad del presidente para abordar los desafíos que enfrentan y su compromiso con el bienestar y prosperidad del pueblo. Mientras tanto, las imágenes de su turismo y las publicaciones en redes sociales han generado críticas y descontento entre aquellos que sufren las dificultades y carencias en su vida diaria.
En resumen, la visita de Díaz-Canel a Santiago ha puesto en evidencia las contradicciones y problemas del gobierno cubano. Mientras el presidente habla de asaltar «moncadas» para resolver los problemas del país, su visita turística con familiares y amigos ha dejado en entredicho su verdadero compromiso con el pueblo cubano. Los ciudadanos de Santiago y de toda Cuba esperan acciones concretas y soluciones reales a sus necesidades y dificultades diarias. Solo el tiempo dirá si el presidente está realmente dispuesto a enfrentar los desafíos y mejorar la situación de su país.