El Gobierno cubano ha dado un giro inesperado a una antigua escuela de Pinar del Río, transformándola en una granja avícola de codornices para producir huevos que serán vendidos en divisas. Este «experimento» ha sido reportado por el diario oficial Granma, y representa un intento por encontrar un nuevo propósito a las instalaciones abandonadas de las escuelas rurales cubanas, que se han utilizado previamente como viviendas multifamiliares, cárceles y preuniversitarios.
De acuerdo con el informe de Granma, esta granja avícola es la primera de su tipo en el país, y se encuentra ubicada en el antiguo preuniversitario Lázaro Acosta Paulín, cerca del poblado Briones Montoto en Pinar del Río. La conversión de la escuela en una granja avícola ha tenido un costo de 26 millones de pesos, y su objetivo es poner a prueba la viabilidad de utilizar estas infraestructuras desocupadas para la producción avícola.
Actualmente, la granja está en proceso de adaptación para recibir un primer lote de 4.000 codornices. Juan Carlos Cruz González, director general de la Empresa de Aseguramiento y Servicio Integral a la Ganadería, quien está a cargo del experimento, señaló que se pretende evaluar la idoneidad de utilizar estas construcciones desaprovechadas para la avicultura. Aunque el artículo no menciona detalles específicos sobre los riesgos asociados con esta transformación, es relevante mencionar que existen interrogantes sobre cómo se adaptarán las aves a este tipo de espacios con diferentes niveles y condiciones climáticas.
Según Granma, uno de los principales atractivos de esta iniciativa es que las antiguas escuelas rurales ofrecen instalaciones más sólidas y resistentes a los fenómenos hidrometeorológicos en comparación con las granjas avícolas tradicionales en la isla. Sin embargo, la efectividad de este enfoque todavía está por confirmarse en la práctica.
La conversión de esta escuela en una granja avícola representa un intento por buscar soluciones innovadoras ante la escasez de recursos y las adversidades climáticas que a menudo afectan a la agricultura en Cuba. La decisión de invertir 26 millones de pesos en esta iniciativa muestra el compromiso del Gobierno por encontrar alternativas para el desarrollo sostenible del sector avícola y generar ingresos en divisas.
Por otro lado, se ha mencionado que el huracán Ian causó graves daños a más del 40% de las naves avícolas de Vuelta Abajo, lo que habría influido en la elección de estas infraestructuras como una opción para la producción avícola. El artículo señala que el Gobierno ha tenido en cuenta la resistencia de las antiguas escuelas y su alto nivel de subutilización al tomar esta decisión.
La nueva granja avícola tiene la capacidad de albergar a aproximadamente 120.000 codornices y producir alrededor de 24,2 millones de huevos al año. Una parte significativa de la producción, alrededor del 35%, será destinada a la venta en divisas para garantizar la sostenibilidad del programa y asegurar el cuidado adecuado de las aves. El resto de los huevos será destinado a la venta para la población local en Pinar del Río.
Se planea una segunda etapa del proyecto, que incluye la instalación de una minindustria para el encurtido de huevos de codorniz y el procesamiento de carne de las aves al final de su etapa productiva.