Hace 30 años, el atleta cubano Javier Sotomayor marcó un hito en la historia del salto de altura con su impresionante récord mundial de 2.45 metros. En una emotiva entrevista, Sotomayor recuerda el momento en que alcanzó esta histórica hazaña en Salamanca, España.
“Lo de Salamanca conmigo fue un asunto de Dios, del destino, la coincidencia”, compartió el legendario deportista. Cuatro días antes de su salto en Salamanca, Sotomayor ya había alcanzado la altura de 2.40 metros en Londres, por lo que sabía que el récord estaba al alcance de sus manos.
Su carrera ha estado marcada por logros impresionantes, como convertirse en el primer atleta en saltar sobre 2.44 metros en San Juan, lo que equivalía a pasar por encima de una portería de fútbol. Desde entonces, ha mantenido su posición como plusmarquista mundial en salto de altura, tanto en espacios cerrados como al aire libre.
A lo largo de los años, algunos atletas se han acercado peligrosamente a su récord, como Mutaz Essa Brashim, quien saltó 2.43 metros en 2014. A pesar de las fuertes competencias, Sotomayor ha continuado siendo el único en mantener este récord por más de tres décadas.
El atleta cubano también ha dejado una huella significativa en España, considerándola su segundo país. Además de sus récords en Salamanca, también logró un impresionante salto de 2.42 metros en Sevilla en 1994 y ganó el oro olímpico en Barcelona en 1992.
A pesar de su brillante legado, Sotomayor es humilde al afirmar que “los récords están hechos para romperse”. Aunque admite que la competencia en su época era más intensa, se muestra feliz y orgulloso de seguir siendo el plusmarquista mundial después de tantos años.
“Hoy con 2,33 ó 2,34 metros eres medallista de oro y medallista en cualquier competencia, ya sea a nivel mundial u olímpico”, destaca el exdeportista. A pesar de su seguridad en el récord, Sotomayor se muestra dispuesto a aceptar que algún día alguien pueda superarlo.
Sin embargo, su legado perdurará, ya que el nombre de Javier Sotomayor seguirá estando asociado con uno de los récords más impresionantes y duraderos en la historia del atletismo. Su ejemplo de excelencia y perseverancia continuará inspirando a atletas de todo el mundo, demostrando que con dedicación y pasión, se pueden alcanzar grandes alturas en el deporte.