El buceo y snorkel en los barcos hundidos están ganando popularidad en Cuba, ofreciendo a los amantes del mar una experiencia única. Estos restos marinos cuentan historias de su época y proporcionan un vistazo a su pasado. Desde barcos acorazados hasta navíos mercantes, cada sitio ofrece su propia belleza y vida marina.
En La Habana, los buceadores pueden explorar el Sánchez Barcástegui, un barco acorazado español hundido en 1895, y el Comodoro, un barco pesquero convertido en arrecife artificial. Otro sitio impresionante es el City of Alexandria, que solía transportar pasajeros y carga entre Nueva York y La Habana y sufrió un incendio en 1879.
En Varadero, el barco mercante alemán Caribe descansa a solo 10 metros de profundidad, ofreciendo un refugio tranquilo para una variedad de fauna marina, incluyendo morenas verdes de hasta 2 metros de largo. El Parque Marino de Cayo Piedras del Norte es otro destino popular para bucear, con buques hundidos como La Ciudadela y el barco Morenas.
En Santa Lucía, los buceadores pueden visitar la Nuestra Señora Virgen de Altagracia, un barco remolcador de acero del siglo XX, y en Santiago de Cuba, el Guarico y el Spring Carol ofrecen emocionantes oportunidades para admirar la vida marina que ha colonizado sus restos.
Estas rutas submarinas permiten a los turistas alimentar a los peces y practicar fotografía subacuática, brindando una experiencia inolvidable para los amantes del mar y la historia. Explorar los barcos hundidos en Cuba es una oportunidad para sumergirse en el pasado y maravillarse con la simbiosis de la fauna y flora marina con los restos de estos buques.
¡Una aventura fascinante para todos los amantes del buceo y el snorkel!