En una reciente operación policial en Las Tunas, la policía cubana detuvo a tres hombres que transportaban carne de res de procedencia ilícita en un carro estatal. El vehículo, ocupado por el chofer y dos cómplices, fue interceptado en el kilómetro 2 de la carretera del municipio Jobabo.
Las autoridades, a través de un perfil de Facebook vinculado al gobierno, compartieron detalles sobre el decomiso. Sin embargo, la publicación no abordó el contexto de la escasez de alimentos en el país, lo que lleva a que la población busque adquirir productos en el mercado informal.
En otro incidente reciente, dos hombres y una mujer fueron detenidos en el municipio holguinero de Calixto García cuando se les encontró transportando más de 200 libras de carne de res en motorinas. Esta carne provenía de reses robadas y sacrificadas en la región de La Yuraguana, en la llanura Holguín-Las Tunas.
En diversas ocasiones, la policía ha realizado decomisos de carne de res en operaciones que involucran persecuciones y abandono de vehículos por parte de los delincuentes. Sin embargo, el propio régimen ha reconocido que la población rara vez denuncia este tipo de delitos debido a la falta de alternativas para adquirir alimentos en medio de la extrema escasez.
En un incidente separado en Villa Clara, las autoridades detuvieron a un cubano en Manicaragua tras encontrar más de 150 libras de carne de res, así como instrumentos y ropa ensangrentada, resultado presuntamente del sacrificio ilegal de ganado vacuno.
La situación del contrabando de carne de res en Cuba refleja la grave crisis económica y alimentaria que enfrenta el país. La escasez de alimentos y la falta de opciones legales para adquirirlos han llevado a algunos ciudadanos a recurrir al mercado negro, lo que a su vez ha generado un aumento en el delito y los decomisos por parte de las autoridades.
