El régimen cubano ha anunciado recientemente una serie de medidas para abordar el alza de precios en la isla, después de reconocer que las iniciativas anteriores para frenar la inflación han fracasado. El ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, ha señalado que los precios en Cuba han aumentado un 45% en comparación con el mismo período del año pasado (enero a julio). Frente a esta situación, se implementará un nuevo paquete de medidas encaminadas a transparentar los indicadores de precios y fortalecer los procesos de negociación entre los gobiernos, productores y comerciantes.
Una de las principales acciones incluidas en este paquete es la entrada en vigor de la Resolución 143/2023, denominada «Metodología para la elaboración de las fichas de costos y gastos de productos y servicios para la evaluación de precios y tarifas». Esta medida busca brindar mayor claridad en los costos y gastos asociados a los productos y servicios, facilitando así la toma de decisiones en cuanto a los precios. Además, se fortalecerá el sistema de trabajo a nivel de Gobiernos locales para el seguimiento y control de los precios en todos los sectores de la economía, tanto estatal como no estatal.
El ministro Regueiro Ale también ha enfatizado en la importancia de consolidar el mecanismo de concertación de precios de productos de impacto en la población, basado en un estudio integral del proceso de producción y comercialización. Para ello, se llevará a cabo un amplio proceso de capacitación y preparación de las instituciones y actores económicos involucrados.
Además de estas acciones, se pretende elaborar e implementar una regulación general sobre los índices máximos para la formación de precios en la actividad comercial que desarrollan las formas de gestión no estatal con base en la importación.
A pesar de las medidas implementadas anteriormente por el régimen, la inflación en Cuba ha continuado aumentando considerablemente. El índice de precios al consumidor creció un 39% al cierre del año 2022 y, desde el inicio del presente año, se ha mostrado un crecimiento adicional del 18%. El ministro Regueiro Ale ha atribuido este descontrol inflacionario al embargo estadounidense y a la difícil situación internacional caracterizada por el incremento de los costos.
Sin embargo, algunos economistas, como Pedro Monreal, sostienen que la inflación desenfrenada afecta significativamente a la población, especialmente en lo que respecta al crecimiento de los precios de consumo en comparación con los salarios y pensiones. Monreal advierte que una eventual moderación de la inflación no resolverá por sí sola el empobrecimiento causado por el llamado «ordenamiento monetario», que encareció la vida en Cuba.
La realidad económica cubana refleja un panorama complicado, con un crecimiento exponencial de los precios de alimentos y una reducción de los precios de bebidas alcohólicas y tabaco. La inflación ha llevado a miles de cubanos a situaciones de extrema pobreza, evidenciándose en la creciente mendicidad y violencia asociada al robo en todo el país.