El reconocido influencer cubano Yoandi Montiel Hernández, conocido como El Gato de Cuba, se encuentra bajo restricciones impuestas por las autoridades del régimen de La Habana, quienes le prohíben salir del país. Montiel Hernández relata que el pasado lunes acudió a solicitar su pasaporte después de ser presionado por las mismas autoridades para abandonar el país.
Sin embargo, al llegar a la oficina del Carnet de Identidad en Luyanó, se le informó que no se le permitiría tramitar el pasaporte debido a su condición de estar regulado. Posteriormente, mientras se dirigía a la dirección de Migración, fue interceptado por oficiales en un vehículo Lada de color verde y conducido a la estación policial de Siboney.
El Gato de Cuba expresó su frustración ante la prohibición de salir del país y declaró que espera una resolución durante esta semana para poder marcharse a cualquier lugar, debido a la difícil situación que atraviesa. Además, mencionó que ha recibido amenazas por parte de las autoridades. Según sus propias palabras: “Está feo, me amenazaron”.
Cabe destacar que este influyente cubano estuvo encarcelado durante casi dos años debido a sus críticas constantes a la crisis que enfrenta la isla y al mandatario Miguel Díaz-Canel. El 6 de abril, finalmente fue liberado y al salir afirmó: “Esas personas pensaron que podrían apagarme, pero no pudieron. No pudieron apagarme”.
A pesar de haber experimentado un periodo difícil durante su encarcelamiento, Montiel Hernández aseguró que nadie ha logrado cambiar su esencia y determinación. Según sus propias palabras: “No me cambiaron, es el mismo Gato. Al Gato no lo cambió nadie, salí siendo el mismo”.
En mayo, el influencer fue citado por la policía en la Estación de Aguilera, en la capital, y le confiscaron el pulóver que llevaba puesto. Durante una transmisión en vivo en sus redes sociales, Montiel Hernández denunció el incidente y mencionó que le robaron una prenda que le había regalado Carlitos Caballero.
Después de ser interrogado, Montiel Hernández relató que los agentes le advirtieron que debía “estar tranquilo” el sábado 20 de mayo, fecha en la que se conmemora el nacimiento de la República de Cuba en 1902.