El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel y su esposa Lis Cuesta sorprendieron a todos al terminar bailando en Bruselas, Bélgica, durante una reunión con operadores políticos y simpatizantes del régimen. Esta reunión fue parte de una serie de eventos en los que Díaz-Canel intenta mejorar su imagen y contrarrestar la creciente impopularidad que enfrenta entre los cubanos.
El baile al ritmo del tema «Yo Soy el Punto Cubano» fue capturado en video y compartido en Twitter por Juan Antonio Fernández Palacios, director general de Prensa, Comunicación e Imagen de la cancillería cubana, quien comentó: «Y así terminamos este maravilloso encuentro».
El presidente cubano y su esposa llegaron a Bruselas después de una visita de Estado a Portugal, donde se reunieron con empresarios interesados en invertir en Cuba. Durante su estancia en Portugal, trascendió en la prensa local que el gobierno portugués planea contratar a 300 médicos cubanos para prestar servicio en el país europeo durante tres años.
Sin embargo, mientras Díaz-Canel intentaba mejorar su imagen en el extranjero, el Parlamento Europeo condenaba las violaciones de los derechos humanos perpetradas por el régimen cubano. En una resolución aprobada esta semana, el Parlamento pidió a la Unión Europea (UE) que imponga sanciones a los responsables de la represión en Cuba, incluido Miguel Díaz-Canel. Además, criticó al jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, por no reunirse con representantes de la sociedad civil independiente durante su visita a La Habana en mayo.
La III Cumbre entre la UE y la CELAC ha estado rodeada de controversias, ya que el presidente ucraniano Volodimir Zelensky no fue invitado debido a las presiones ejercidas por los regímenes de Venezuela, Nicaragua y Cuba. Estas acciones demuestran el papel influyente que los regímenes autoritarios están desempeñando en la región y el impacto que tienen en las decisiones políticas internacionales.
A pesar de los intentos de mejorar su imagen, el baile de Díaz-Canel en Bruselas y su visita a Portugal no pueden ocultar las preocupantes violaciones de derechos humanos en Cuba. La represión contra manifestantes, opositores políticos, líderes religiosos, activistas de derechos humanos y artistas independientes sigue siendo una realidad en la isla.
La comunidad internacional debe seguir presionando al régimen cubano para que respete los derechos humanos y libere a los presos políticos. Es importante que los líderes europeos y de otros países no se dejen engañar por gestos superficiales, como un baile, y se mantengan firmes en su compromiso de defender los valores democráticos y los derechos fundamentales.