La bondad y fe en Dios del humorista cubano Limay Blanco fueron puestas a prueba una vez más cuando compartió en redes sociales lo que consideró un milagro divino después de haber sido víctima de un robo en su vivienda por tercera vez.
El 7 de julio, durante la noche, alguien entró a su casa y se llevó toda la comida de su nevera mientras él se encontraba fuera, según relató Blanco en un video compartido en Facebook.
Después de haberle robado anteriormente una puerca y una caja de pollo debido a que el muro perimetral de su casa estaba roto, Blanco decidió instalar cámaras de seguridad para identificar a la persona que había allanado su vivienda.
Tras mostrar el video a varios vecinos, todos coincidieron en que el ladrón era un joven del barrio. Blanco presentó una denuncia ante la policía y decidió hablar con la familia del sospechoso.
Tanto el abuelo como la madre del joven se mostraron avergonzados por lo sucedido y confesaron que el chico tenía una deuda de 10 mil pesos, lo que posiblemente lo llevó a robar en la casa de Limay Blanco porque su vida estaba en peligro.
Aunque la familia del joven no aprobó sus acciones y se disculpó en su nombre, Blanco sintió la necesidad de hacer algo más.
Se levantó, regresó a su casa, le pidió 10 mil pesos a su esposa, los metió en un sobre y se los entregó a la madre del presunto ladrón.
«Ellos no entendieron cómo un loco como yo pagaba la deuda de la persona que me robó. Quizás yo tampoco lo entendía, pero me sentía bien haciéndolo», confesó.
Mientras la madre rompía a llorar por el gesto del humorista, este le explicó que no se preocupara, que no tenía culpa de cómo era su hijo y que utilizara el dinero para pagar la deuda.
«No me debes nada y quédate tranquila, que Dios me va a triplicar ese dinero», agregó.
En los siguientes tres días, Limay Blanco vivió una de las experiencias cristianas más gratificantes de su vida, lo que le hizo creer aún más en la existencia de Dios.
Continuó con sus esfuerzos para ayudar a cubanos de todas partes que necesitaban medicinas, electrodomésticos, sillas de ruedas, viviendas y muchas otras cosas.
Mientras caminaba por las calles de La Habana, la gente, incluso desconocidos, se acercaba a él para donarle miles de pesos, euros, comida, dulces e incluso el dueño de una microempresa le regaló 500 bloques para que pudiera terminar de construir el muro perimetral de su casa.
Limay Blanco relacionó esta cadena de eventos con su capacidad de perdonar a la persona que dejó a su familia sin comida.
«Perdonen, porque algo se destapa en el reino de los cielos», dijo. «Si alguien te ha hecho mucho daño, lo primero que debes hacer es perdonar de corazón y recordar que eso viene de Dios».
En 2019, Limay Blanco se convirtió al cristianismo y desde entonces su obra ha estado ligada a esta religión. Lidera un proyecto llamado «Cristo salva vidas» con el cual ha ayudado a cientos de personas en todo el país de diversas maneras.