Recientemente, el Ministerio del Interior (MININT) ha llevado a cabo una operación en la que se ha capturado en flagrante delito a estibadores que estaban robando productos como arroz, frijoles, azúcar, harina de trigo y sal de los sacos durante el proceso de transporte y descarga. Esta información ha sido reportada por el periódico oficialista Escambray.
Según el informe, los implicados utilizaban un método en el que uno de ellos introducía la mano dentro de la bota y sacaba un trozo de tubo plástico de aproximadamente 15 centímetros de largo. Con este modus operandi, lograban extraer grandes cantidades de productos de los sacos, para luego tapar el orificio y dejarlo aparentemente intacto.
El MININT decidió actuar en respuesta a las denuncias ciudadanas sobre la reventa de harina en el mercado negro. Durante la operación, se detectó un faltante de 34,76 kilogramos de harina de trigo durante el pesaje en las unidades La Estrella y La Ideal de Cabaiguán. Este faltante fue confiscado a los implicados en el operativo y devuelto a las entidades correspondientes.
Los responsables ahora enfrentan un proceso penal por el delito de Apropiación Indebida, establecido en el Código Penal vigente. Actualmente, se está investigando la responsabilidad individual de cada uno de los involucrados en estos hechos. Las edades de los implicados oscilan entre los 20 y los 50 años, y la mayoría de ellos son almaceneros, estibadores, especialistas y custodios. Este último grupo ha permitido la salida de sacos y bolsas con la mercancía robada.
Durante el operativo, se encontró un calador dentro de la bota de uno de los presuntos implicados, y se determinó que varios sacos habían sido perforados con este instrumento punzante. Además, se descubrió la existencia de almacenes clandestinos dentro de una unidad estatal, los cuales facilitaban la extracción de los productos durante la noche.
El mayor Edey Fernández Alonso, segundo jefe de la Unidad de Enfrentamiento Especializado a Delitos contra la Economía de la Dirección Técnica de Investigación (DTI) del MININT, afirmó que se trata de una cadena delictiva organizada, que abarca desde los almacenes hasta la transportación, distribución y comercialización de los productos en el mercado informal.
El oficial también señaló que cuando se detecta una discrepancia en el peso de los sacos en las tiendas, aquellos encargados de la distribución afirman que todo estaba en regla al momento de salir del almacén, y sugieren que cualquier reclamación se dirija al lugar de origen. Sin embargo, debido a las limitaciones de combustible, es prácticamente imposible para los administradores de las tiendas ubicadas en lugares remotos desplazarse hasta los almacenes mayoristas para hacer reclamaciones, lo que resulta en pocos reclamos por los faltantes.
El mayor del DTI mencionó que se ha identificado la apropiación indebida de estos productos desde los propios almacenes, donde los almaceneros han llegado a un acuerdo con los estibadores que trabajan en dichos establecimientos para cometer el delito. Además, los videos obtenidos como pruebas revelan cómo una persona realiza las perforaciones en los sacos de arroz, frijoles y harina de trigo frente a otros trabajadores, sin que nadie intervenga para detenerlo. El saco perforado es el que se carga en el camión para su traslado a la tienda, mientras que el que no ha sido adulterado se deja en el almacén, de manera que cualquier inspección no detecte ninguna anomalía. El objetivo es que la falta de productos nunca se encuentre en el almacén, sino que se traslade a la tienda.