Amelia Calzadilla compartió un conmovedor texto sobre su hija mayor, Mary, quien acaba de finalizar el cuarto grado. En este último año junto a su maestra y en su escuela actual, Mary se despide con alegría y emoción. Además, la joven ha sido aceptada en el Conservatorio Paulita Concepción para estudiar música con la flauta como su instrumento principal.
Desde muy pequeña, Mary ha demostrado ser una niña segura, que vive en un mundo de dulzura y alegría. Sin embargo, recientemente, Amelia se sorprendió cuando su hija le preguntó si estaba orgullosa de ella. Aunque era evidente que Amelia lo estaba, decidió asegurárselo, respondiendo con un sí rotundo. La pregunta de Mary reveló una preocupación que no se esperaba.
Mary se preocupa por cumplir con las expectativas de su abuela, quien le pidió que siguiera los pasos de Amelia, siendo una estudiante brillante. A pesar de los desafíos que enfrentó debido a la pandemia y los cambios en la educación, Mary ha obtenido calificaciones excelentes, con solo una materia en la que obtuvo una calificación buena. Sus fortalezas son las matemáticas, aunque aún tiene dificultades en el español.
Amelia reconoce que, durante el confinamiento, todos en la familia se vieron afectados por el estrés y las limitaciones, por lo que no quiso añadir más presión a Mary. Sin embargo, su hija demostró un gran esfuerzo y compromiso al levantarse temprano para estudiar y hacer sus tareas junto a Amelia. Aunque Mary ha destacado en matemáticas, aún enfrenta desafíos en español. Amelia y su esposo, asumiendo el papel de directores de orquesta, expresaron su orgullo por los logros de su hija y la honestidad con la que obtuvo sus calificaciones.
Amelia reflexiona sobre la educación de sus hijos y admite que no sabe qué profesiones elegirán en el futuro. Sin embargo, lo que realmente valora es la inteligencia emocional de Mary, que supera a la suya propia. A los nueve años, Mary muestra una actitud positiva ante la vida, respeta a todos sin importar las diferencias y posee una generosidad que inspira. Además, es valiente para expresar sus pensamientos y sentimientos, sabe lo que quiere y demuestra una gran educación y un corazón noble.
Aunque Mary no es perfecta y a veces causa desorden en casa o no lee tanto como Amelia quisiera, las cualidades positivas superan con creces los aspectos negativos. Amelia se siente profundamente orgullosa de Mary y de sus otros dos hijos. Además, este momento de reflexión le ha recordado la importancia de apoyar y elogiar a sus hijos, para que crezcan sintiéndose seguros y capaces de expresar sus pensamientos y emociones.
En momentos como estos, reconocer los logros y valores de nuestros hijos es esencial para fomentar su confianza y permitirles convertirse en individuos comprometidos y solidarios. Amelia nos inspira a celebrar los logros de nuestros hijos y a apoyarlos en su camino hacia un futuro lleno de posibilidades y bondad.