En Cuba, se han intensificado las medidas de seguridad ante la proximidad del segundo aniversario de las protestas del 11 de julio, según informó el medio independiente 14ymedio.
En particular, la avenida Rancho Boyeros, que conecta el Aeropuerto Internacional José Martí con el centro de La Habana, se encuentra bajo estricta vigilancia, con presencia de policías uniformados, soldados y personal de aduanas e inmigración. Esta fuente destaca que durante la madrugada del domingo se pudo observar un despliegue visible de puestos de vigilancia cada 300 metros a lo largo de la avenida.
Un taxista entrevistado por 14ymedio reveló que los empleados del aeropuerto han sido convocados a realizar turnos de varias horas desde la semana pasada debido a las informaciones que indican que grupos contrarrevolucionarios intentarán desestabilizar el país, esta vez en horas nocturnas.
La fuente del medio no identificó a una alta funcionaria de Inmigración y Extranjería que se encontraba en una esquina. Asimismo, durante la madrugada se han podido observar grupos de dos o tres personas, en algunos casos acompañados por patrullas policiales, que se alternan a lo largo de la vía.
Según el taxista no identificado, los trabajadores no están satisfechos con estas medidas de seguridad, ya que son obligados a permanecer durante horas en una esquina, ya sea expuestos al sol o en la oscuridad, y ahuyentando a los mosquitos. Aunque la gente no está contenta, nadie se atreve a rechazar la tarea asignada, ya que hay momentos en los que una parte importante del personal es llevada a cumplir estas labores.
La fuente de 14ymedio menciona que también se han desplegado operativos en los alrededores de los ministerios, el Parque de la Fraternidad, el Capitolio de La Habana y otros puntos donde las protestas populares fueron más intensas, como la calle Galiano, el municipio Cerro y Diez de Octubre, especialmente en las cercanías de la esquina de Toyo, donde se volcó una patrulla policial durante las manifestaciones.
Además, se han llevado a cabo reuniones en entidades de la corporación comercial Cimex, gestionada por los militares, así como en la Biblioteca Nacional José Martí y en los comercios que venden en divisas, según informó 14ymedio.
En el mercado en moneda libremente convertible (MLC) ubicado en Boyeros y Camagüey, los trabajadores han sido informados sobre la posible ocurrencia de provocaciones. Se les ha instado a considerar estas tiendas como «la primera trinchera para defender los bienes del pueblo». Sin embargo, un empleado del lugar, que prefirió mantener el anonimato, señaló que el mercado carece de mercancías, por lo que no comprende por qué la gente buscaría llevarse algo de allí.
En resumen, a medida que se acerca el segundo aniversario de las protestas del 11 de julio en Cuba, el régimen ha intensificado las medidas de seguridad en diferentes puntos de La Habana. Calles como la avenida Rancho Boyeros y lugares emblemáticos de la ciudad se encuentran bajo vigilancia constante.
Los empleados del aeropuerto han sido convocados a realizar turnos de vigilancia, mientras que en el mercado en moneda libremente convertible se ha instado a los trabajadores a defender los bienes del pueblo. Estos preparativos reflejan el temor a una posible protesta masiva similar a la del año 2019.