En un desgarrador relato compartido en redes sociales, un cubano narra la dolorosa experiencia que vivió junto a su anciana madre en manos de un taxista desconsiderado. El hombre relata cómo el conductor se negó a trasladar a su madre debido a que no tenían la cantidad exacta de 600 pesos necesaria para el viaje.
El internauta comienza su relato con la esperanza de que las autoridades pertinentes tomen conocimiento de este incidente y tomen medidas al respecto. Expresa su frustración y denuncia la falta de respeto por parte de los trabajadores de las agencias de taxis estatales.
El incidente tuvo lugar por la mañana, después de que la anciana madre del protagonista saliera de una consulta médica en el hospital Miguel Enríquez. Con 78 años y problemas de columna que le dificultan el movimiento, era imprescindible que regresara a casa sin demora. Ante la necesidad de un taxi, la familia se puso en contacto con una de las muchas agencias disponibles a través de WhatsApp.
El narrador enfatiza que no se trata de un viaje largo, pero debido a un error en el dinero que llevaban consigo, el taxista se negó a ayudarlos aún más. Esta actitud despiadada del conductor contrasta con la situación de vulnerabilidad de la anciana y su necesidad de asistencia inmediata.
El protagonista relata cómo, tras encontrar un taxi disponible, el conductor preguntó cuánto dinero disponían para el viaje. El cubano mencionó la suma de 600 pesos cubanos (CUP) y se dirigieron al automóvil. Sin embargo, al revisar el dinero, se dieron cuenta de que les faltaban 100 CUP. A pesar de explicar la situación al conductor, un hombre mayor de cabello canoso, este se negó a llevar a la anciana por la cantidad insuficiente.
El cubano lamenta profundamente esta experiencia, pues considera inaceptable que, incluso con los recursos limitados a los que tienen acceso, exista tal abuso, ignorancia y maltrato. La necesidad de su madre, que requería esa caridad y compasión, se vio desestimada por un acto de indolencia. Aunque decidieron aceptar la situación para evitar conflictos mayores, otro taxista finalmente se ofreció a llevar a la anciana a su destino.
El protagonista concluye su relato con un llamado a las autoridades responsables y exige que no pasen por alto esta situación de abuso y bandolerismo en el sector del transporte. La historia de su madre es solo un ejemplo más de las dificultades y la falta de empatía que muchas personas enfrentan en Cuba.