La crisis del transporte en La Habana continúa generando dificultades para los residentes de la ciudad. Recientemente, se anunció la suspensión del servicio marítimo hacia el municipio de Regla debido a la falta de embarcaciones disponibles. Esta noticia fue comunicada durante la sesión ampliada del Grupo Temporal de Trabajo de La Habana, encabezada por Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba, y Yanet Hernández Pérez, Gobernadora de la ciudad.
En la reunión, se abordaron diversos temas que afectan la vida diaria de los habaneros, como el abasto de agua, la disponibilidad del transporte público, el servicio eléctrico, la distribución de alimentos, los servicios comunales y el estado de las comunidades de tránsito. Estos desafíos representan una carga para la población, que se enfrenta a dificultades en su movilidad y en el acceso a servicios básicos.
En cuanto a la situación del transporte en el municipio de Regla, se anunció que se mantendría el apoyo a la transportación terrestre mediante cuatro ómnibus que actualmente cumplen esa función. Sin embargo, el servicio marítimo hacia esa zona permanecerá suspendido durante el mes de julio debido a la falta de embarcaciones disponibles. Se espera que se reactive parcialmente en agosto con la puesta en funcionamiento de una lancha, según informó el diario Tribuna de La Habana.
La escasez de transporte en la capital cubana es evidente, con apenas un 34 por ciento de disponibilidad. De los 894 ómnibus que pertenecen a la Empresa Provincial de Transporte de La Habana, solo 294 están activos. Esta situación dificulta enormemente la movilidad de los ciudadanos y agrava la crisis del transporte en la ciudad.
Para enfrentar esta situación, se espera recuperar seis equipos durante la primera quincena del mes y se incorporarán 80 ómnibus que solían cubrir el transporte escolar a las rutas de mayor demanda. Además, se reforzará el servicio hacia las Playas del Este con 30 ómnibus escolares y se reactivará el traslado de pasajeros hacia ese destino a partir de este fin de semana. Estas medidas buscan aliviar la escasez de transporte y mejorar la movilidad de los habaneros.
Otro desafío que se ha presentado en la ciudad es la interrupción del suministro eléctrico. Las autoridades han reportado daños en más de 200 transformadores debido al exceso de consumo eléctrico en el sector residencial. Estas roturas han provocado apagones de hasta 24 horas en algunos lugares. Ante esta situación, se busca asegurar un grupo de transformadores como reserva para reducir el tiempo de las interrupciones y se hace un llamado al ahorro de energía en los hogares.
En cuanto a la distribución de alimentos, se informó que se producen diariamente 50 toneladas de aceite con el objetivo de garantizar la cuota normada de este mes. Además, se cumplirá con la entrega del café correspondiente al mes de mayo. También se está finalizando la distribución de la libra de azúúcar de julio en los territorios que aún no la han recibido. Estos esfuerzos buscan garantizar el abastecimiento de alimentos básicos para la población.
En cuanto a los servicios comunales, se reveló que de los 440 equipos destinados a la higienización en la ciudad, 225 se encuentran fuera de servicio. Esta situación afecta la limpieza y el mantenimiento de espacios públicos, lo que contribuye a un entorno menos higiénico y agradable para los ciudadanos.
Además de los desafíos mencionados, se estima que alrededor de 87,214 personas en La Habana están experimentando afectaciones en el servicio de abastecimiento de agua. Las autoridades están trabajando en la reparación de equipos de bombeo para paliar el déficit en las zonas críticas. Asimismo, se esperan la llegada de 23 máquinas de bombeo nuevas, las primeras 12 de las cuales arribarán a fines de julio. Estas medidas son cruciales para garantizar el acceso al agua potable, un recurso esencial para la vida cotidiana.