Un conmovedor encuentro dejó una profunda impresión en el periodista y profesor José Luis Tan Estrada, cuando un niño cubano de solo 10 años llamado Adrián le pidió dinero en la calle para poder comprar algo de comida. Este hecho ocurrió alrededor de las 3:00 pm de un día de esta semana, mientras José Luis compraba un refresco para su hermano. Adrián, quien aún no había almorzado, se acercó con timidez y sinceridad, solicitando cinco pesos para poder comer.
Tocado por la situación de este pequeño, José Luis decidió comprarle una merienda y aprovechó la oportunidad para conocer más sobre su vida. Los ojos del niño reflejaban una inocencia que no podía ocultar la difícil realidad que enfrentaba. Vivía junto a su madre y ocho hermanos, mientras su padre se encontraba en prisión. La situación económica en su hogar era precaria, y esto era evidente para el periodista.
Aunque dudó durante dos días si debía compartir esta historia, finalmente decidió hacerlo. Adrián tenía la misma edad que su propio hermano, y esta similitud lo llevó a reflexionar sobre cuántos otros niños como él estarían atravesando situaciones similares en esa región. José Luis hizo un llamado a la solidaridad y pidió ayuda material para el niño. Cualquier aporte, ya sea un peso cubano, un dólar, un short o un jabón, sería bienvenido y él se encargaría de entregarlo personalmente en la casa de Adrián en Camagüey.
Lamentablemente, casos como el de Adrián se han vuelto cada vez más frecuentes en Cuba. Niños que viven en condiciones extremas de pobreza, en familias disfuncionales o con problemas de convivencia, se ven obligados a pedir limosnas o trabajar para obtener algo de dinero. Hace poco, una mujer compartió en Facebook la imagen de una niña durmiendo descalza en una calle de La Habana, buscando ayuda para localizar a su familia y brindarle el apoyo que necesitaba.
El opositor Silverio Portal también denunció la situación de un niño que sobrevive pidiendo limosnas en una calle de La Habana, sin que ninguna autoridad competente se preocupe por su bienestar. En un video compartido en Facebook, se pudo ver al menor durmiendo profundamente en un portal, junto a un cesto con algunas monedas. Otra imagen conmovedora mostró a un niño en Santiago de Cuba, recogiendo materiales para venderlos a una empresa estatal y así obtener algo de dinero para sobrevivir.