En los últimos días, se ha desatado una preocupante situación en Cuba, donde dos mujeres fueron detenidas por vender paquetes de culeros a precios exorbitantes en el mercado de Línea y L. Esta noticia ha generado indignación, especialmente entre las madres necesitadas que enfrentan dificultades para adquirir estos productos indispensables para sus bebés. Pedro Lizardo Garcés Escalona fue quien compartió los detalles de este incidente a través de su cuenta de Facebook, expresando su profunda preocupación por estas acciones deshonestas llevadas a cabo por las vendedoras.
La realidad es que se ha vuelto casi imposible para las madres cubanas adquirir culeros de segunda y tercera etapa, elementos fundamentales para el cuidado de sus hijos. Garcés Escalona explicó: «¿La causa? Madres inescrupulosas, acompañadas de individuos de dudosa conducta social, quienes incluso utilizan a niños recién nacidos como escudos para evitar la intervención policial. Han intentado acaparar estos productos apreciados y, en numerosas ocasiones, han tenido éxito». Es lamentable que algunas personas recurran a tácticas tan reprochables, utilizando a sus propios hijos como escudos en momentos de conflicto.
Garcés añadió: «Tristemente, debo señalar que estas ‘madres’ irresponsables no son siquiera del municipio y en ningún momento se les ha negado el derecho a comprar. Sin embargo, no podemos permitir que vengan a alterar la tranquilidad y mucho menos que usen a sus hijos para crear desorden y obtener beneficios».
Las denuncias sobre la venta ilegal de culeros han sido numerosas entre los cubanos. Un testimonio reveló: «Mi hija tiene una niña de un año que vive en San Miguel del Padrón. Hace casi un mes, su esposo fue a comprar culeros en la tienda Virgen del Camino. Además, también tenía que adquirir leche condensada en la bodega. Aquello se convirtió en un caos y hasta el día de hoy no ha podido comprar los culeros. Además, hay otras madres inescrupulosas que venden los mismos productos a precios desorbitantes. Es realmente lamentable».
Otro testimonio señala que el problema persiste en diferentes áreas: «En Galerías Paseo ocurre lo mismo. Todos los días se observa a las mismas madres comprando culeros y toallitas con sus bebés acostados. No hace falta ser muy inteligente para entender cuál es su objetivo. También hay hombres involucrados y muchas de estas madres vienen en grupos. La única solución es controlar la cantidad de veces que pueden realizar compras. Solo así más madres podrán acceder a los culeros para sus hijos. Ningún bebé consume dos o tres paquetes de culeros en pocos días, eso es simplemente inventado».