El expreso político cubano Juan Carlos Herrera Acosta, quien sufrió más de diez años de cárcel en las mazmorras del régimen de La Habana, se encontró en un Walmart en Nueva York con un joven que se hace llamar «100% Fidel» y que es un defensor declarado del régimen castrista. Lo que ocurrió a continuación fue un enfrentamiento sorprendente que ha generado gran controversia en la comunidad cubana en la diáspora.
«Mírenlo aquí, pueblo de Cuba, para que lo vean donde está, este es un país para la gente libre», dijo Herrera Acosta, integrante del Grupo de los 75, un colectivo de opositores, activistas y periodistas independientes encarcelados por el régimen durante la Primavera Negra de Cuba.
El encuentro fue documentado por Herrera Acosta, quien grabó el intercambio con su teléfono móvil. En la grabación se puede ver cómo el ex preso político confronta al joven que supuestamente estaba acompañado por su madre. «Tú eres un chivato, tú no mereces vivir en este país, tú vives aquí gracias al presidente que tienen hoy», le dijo Herrera Acosta.
La reacción de los seguidores y amigos de Herrera Acosta no se hizo esperar. Muchos comentaron en su página de Facebook para apoyarlo y denunciar la presencia de «100% Fidel» en Estados Unidos. Algunos incluso sugirieron seguir al joven hasta que llegara la policía y lo detuvieran: «Tenía que haberlo seguido hasta que llegara la policía para que pasara el susto, aunque sea», escribió uno de los usuarios.
El enfrentamiento entre Herrera Acosta y «100% Fidel» pone de relieve la lucha por la libertad de expresión en la diáspora cubana. Los exiliados cubanos han encontrado en Estados Unidos una plataforma para denunciar las violaciones a los derechos humanos en su país y para exigir un cambio de régimen. Sin embargo, también se han topado con defensores del régimen castrista que, como «100% Fidel», tratan de imponer su visión en la diáspora.
Herrera Acosta ha denunciado a «100% Fidel» ante las autoridades de Estados Unidos, acusándolo de ser un agente castrista y de hacer comentarios antiestadounidenses y antiprisioneros políticos y opositores al régimen castrista. Este episodio muestra cómo la lucha por la libertad de expresión en la diáspora cubana continúa, incluso después de abandonar la isla.