Las deportaciones de migrantes cubanos han sido una fuente de preocupación y controversia durante mucho tiempo. En Miami, decenas de personas se reunieron para protestar contra esta práctica y exigir la liberación de los detenidos por el ICE. Entre los manifestantes estaba un niño de 10 años cuyo padre está detenido y cuyo futuro es incierto si lo deportan a la isla, donde su madre reside.
La manifestación pacífica refleja el dolor y la angustia que sienten muchas familias cubanas que tienen seres queridos detenidos en centros de detención de migrantes y enfrentan la posibilidad de ser deportados a Cuba. La protesta también pone de manifiesto la necesidad de abordar este problema con sensibilidad y humanidad, teniendo en cuenta las difíciles circunstancias que enfrentan estas personas.
El tercer vuelo con cubanos deportados por la Administración Biden llegó a la isla en días recientes, generando preocupación entre las familias afectadas. Según los reportes oficiales, la mayoría de los deportados ingresaron a Estados Unidos por la frontera sur y no pasaron la entrevista de miedo creíble. El grupo estaba formado por 13 balseros y otras 23 personas que salieron en avión desde la isla e hicieron la ruta ilegal cruzando fronteras.
Aunque las autoridades argumentan que estas deportaciones son necesarias para hacer cumplir las leyes migratorias, muchos cubanos y defensores de los derechos humanos critican esta práctica y exigen un trato justo y humano para los migrantes en todas las circunstancias. La protesta en Miami es un ejemplo de la voluntad de la comunidad cubana de luchar por sus derechos y exigir una respuesta justa y equitativa por parte de las autoridades.