En Cuba, una joven estudiante universitaria denunció públicamente haber sido víctima de una agresión física y verbal por parte de un chofer de ómnibus en la ruta A40 en La Habana. En su relato, la joven afirma que, a pesar de haber realizado las denuncias pertinentes, no ha recibido ninguna respuesta o apoyo por parte de las autoridades.
La denuncia de la joven fue compartida en Facebook por la plataforma YoSíTeCreo en Cuba, exigiendo una respuesta y sanción al chofer del ómnibus por parte de la Estación 15 de la Policía en Alamar, al paradero de Peñas Altas de Guanabo y al Ministerio del Transporte.
Según el testimonio de la víctima, la agresión ocurrió cuando tomó la ruta A40 en su primera parada y le pagó al conductor. Luego le explicó que era estudiante de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), para los cuales el pasaje cuesta menos. Fue entonces cuando el chofer comenzó a exigir que le mostrara el carnet y, tras mostrarlo, la agredió verbal y físicamente.
A pesar de que la víctima realizó tres llamadas a la línea de emergencia y acudió a la estación de Policías en la zona 8 para realizar una denuncia por agresión, el médico se negó a realizarle un examen físico y dijo que como no tenía marcas visibles la denuncia no procedía. La joven, de piel negra, afirmó que los moretones salen al otro día o tienen que ser muy fuertes para ser evidentes.
A pesar de llevar el caso a diversas instancias, como la FMC y el Ministerio del Transporte, la joven aún no ha recibido una respuesta por parte de las autoridades. Denuncias similares no son frecuentes en la isla debido a la ineficiencia de las autoridades, especialmente ante casos de agresiones sexuales conocidos como «pajusos».
La falta de respuesta y apoyo por parte de las autoridades ante casos de agresiones en el transporte público es algo alarmante y preocupante en cualquier sociedad. Es necesario que las autoridades tomen medidas más efectivas para proteger a las víctimas y prevenir futuras agresiones. La violencia en el transporte público no debe ser normalizada ni naturalizada por ningún motivo.
Es importante seguir apoyando y dando voz a las víctimas de agresiones y violencia en todas sus formas. La denuncia pública es una herramienta poderosa para hacer visible estas situaciones y exigir una respuesta adecuada por parte de las autoridades. Esperamos que la joven universitaria reciba pronto una respuesta satisfactoria y que este caso sirva como ejemplo para prevenir futuros casos de violencia en el transporte público.