Carlos Valenciaga, el hombre que rozaba el máximo poder en Cuba junto a Fidel Castro, y que Raúl se llevó a bolina

Redacción

El exsecretario personal de Fidel Castro, Carlos Valenciaga, ha pasado de ocupar un lugar destacado en el poder a encontrarse relegado en un oscuro departamento de la Biblioteca Nacional de Cuba en La Habana. Parece ser que su historia ha dado un giro drástico desde aquel momento en septiembre de 2006, cuando organizó una fiesta de cumpleaños en el Palacio de la Revolución.

Durante esa fiesta, Valenciaga fue capturado en video por la Seguridad del Estado cubano, y esas imágenes, que solo se mostraron a los militantes del Partido Comunista, revelaban una conducta indecente. Se le veía con una botella entre las piernas y una gorra de comandante sobre su cabeza. Estas escenas provocaron la desaprobación de Raúl Castro, quien consideró la conducta de Valenciaga como inapropiada.

A partir de ese momento, la confianza en Valenciaga comenzó a desvanecerse. El 23 de febrero de 2008, los servicios secretos grabaron una llamada en la que Carlos Lage, importante figura política cubana, lamentaba no haber sido elegido como primer vicepresidente. Poco después de esta grabación, Valenciaga fue destituido de su cargo.

A partir de ese momento, se desencadenó una serie de acontecimientos, incluyendo el espionaje a funcionarios sospechosos, la grabación de videos de los encuentros entre Conrado Hernández, ex encargado de la oficina comercial del gobierno vasco en La Habana, Carlos Lage y Felipe Pérez Roque. Conrado Hernández fue detenido el 14 de febrero de ese mismo año en el aeropuerto de La Habana y fue acusado de colaborar con los servicios secretos españoles. Además, se produjeron destituciones en marzo, incluyendo a Fernando Remírez de Estenoz, responsable de las Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Cuba (PCC), y a Otto Rivero, vicepresidente del Consejo de Ministros.

Los destituidos fueron acusados de deslealtad, abuso de poder, indiscreciones graves y de tener ambiciones políticas. La purga llevada a cabo reflejaba una clara intención de eliminar a aquellos considerados una amenaza para el régimen.

En la actualidad, Carlos Valenciaga pasa sus días redactando un estudio sobre el papel moneda en la Revolución Francesa, utilizando los más de 200 mil documentos de Napoleón Bonaparte que se encuentran en la Biblioteca Nacional José Martí. Aunque anteriormente ocupaba un lugar destacado en el poder político, ahora se le conoce en la biblioteca por su discreción acerca de sus días de gloria. Se dice que evita hablar de política y prefiere hacer insinuaciones de naturaleza sexual.