Un hombre del Oriente de Cuba ha denunciado públicamente el fraude en el que cayó al comprar un automóvil en una agencia estatal de venta en La Habana. Según el relato de L. Acosta, no le permitieron revisar su vehículo antes de pagar por él una enorme suma y cuando llegó al Oriente del país se dio cuenta de que el carro tenía el metal completamente corroído.
Este tipo de situaciones son bastante comunes en Cuba, donde muchos ciudadanos han aprendido a no confiar en alguna institución gubernamental. En este caso, la agencia estatal revende los carros de tercera que ya no pueden ser utilizados en la renta. Por lo tanto, es crucial para los compradores potenciales tener cuidado y ser vigilantes al momento de realizar transacciones con estas instituciones gubernamentales.
La denuncia de Acosta ha generado una gran cantidad de respuestas y comentarios entre los internautas. Algunos, como un experto en mecánica, le han recomendado que entregue el vehículo y reclame su dinero, mientras que otros le han aconsejado que vaya a la agencia y devuelva el coche, aunque no se ha aclarado si tiene la posibilidad de hacerlo.
No obstante, otros internautas han criticado la actitud del comprador, sugiriendo que él también tiene cierta responsabilidad en lo sucedido. «La culpa no es solo de él, las dos partes tienen responsabilidad, ellos no deben vender un auto en esas condiciones a ese precio y él debió revisar», afirmó un usuario de Facebook.
Este caso confirma la necesidad de que las instituciones gubernamentales sean más transparentes y honestas en sus transacciones comerciales. Al mismo tiempo, los consumidores deben ser cuidadosos y saber cómo protegerse de posibles fraudes.