La tragedia golpeó a una madre cubana el 22 de septiembre de 2022, cuando su único hijo, Christian Zaragoitia Smoliakov, de tan solo 27 años, fue asesinado en Playa, La Habana. Según relató Natalia Smoliakova, madre de la víctima, el crimen fue cometido por sus «amigos» y vecinos de toda la vida. La historia se vuelve aún más impactante cuando se conocen los detalles de este acto atroz.
El asesinato tuvo lugar a tan solo 200 metros del apartamento de Christian, en un acto de emboscada y tortura, todo por el simple hecho de robarle. El joven fue dejado dentro de un refrigerador y su cuerpo fue descubierto dos días después, el 24 de septiembre. La madre, visiblemente afectada, compartió con nosotros lo difícil que es revivir este terrible suceso y recordar la pérdida de su amado hijo.
«Christian Zaragoitia Smoliakov, ese era el nombre de mi hijo. Tenía 27 años y vivía en La Habana junto a su esposa, Keylis Rosalía García. Nuestro hogar se encontraba en la Avenida 19, entre las calles 64 y 66, en Buenavista, Playa. Yo, como madre, llevo cinco años residiendo en Cancún, México», compartió Natalia.
El fatídico 22 de septiembre de 2022, el padre de Christian se comunicó con Natalia para informarle que su hijo había salido a realizar una gestión alrededor de las 4:00 p.m. Sin embargo, aseguró que regresaría pronto, ya que había bajado al puesto de viandas cercano para comprar algunos ingredientes y preparar su comida favorita, el potaje.
Los dueños del puesto de viandas eran vecinos y amigos de toda la vida de Christian. Curiosamente, según relató Natalia, estos mismos vecinos, Daniel Rios y Sergio Miranda (primo de Daniel), llamaron a su apartamento, ubicado al otro lado de la Avenida 19, a unos escasos 120 metros de distancia. Un lugar que Christian visitaba desde su infancia y donde se consideraban como hermanos. Incluso Daniel había vivido en la casa y compartido innumerables comidas familiares.
Lo impactante es que, después de que Christian ingresara al apartamento alrededor de las 4:00 p.m., nunca más volvió a salir. Fue en ese lugar donde los dos agresores lo torturaron brutalmente, fracturándole el cráneo, apuñalándolo y amordazándolo antes de meterlo dentro del refrigerador. Su cuerpo fue descubierto el 24 de septiembre. En ese momento, su nuera, quien estaba embarazada de cuatro meses, ya no pudo soportar la situación y se dirigió a la estación de policía de la 5ta unidad para presentar una denuncia. Sin embargo, para su tristeza, cuando llegó a la estación, su esposo ya había sido encontrado y estaba siendo retirado del lugar, cubierto por una sábana.
Daniel se entregó a las autoridades ese mismo día, mientras que Sergio fue capturado dos días después. Según Natalia, la motivación detrás de este horrendo crimen fue una deuda que Daniel tenía y por la cual estaba siendo buscado. De manera incomprensible, decidió resolver su situación de manera despiadada, asesinando a su «hermano» sin ninguna piedad ni consideración. La madre no puede más que lamentar el hecho de que su hijo incluso había comprado artículos para el bebé de Daniel, quien recientemente había sido padre.
En medio del dolor y la indignación, Natalia y su familia exigen la pena máxima para los responsables de arrebatarles la vida y destrozar sus existencias. «Christian no merecía en absoluto lo que le hicieron. Era una persona generosa, siempre feliz de ver la felicidad en los demás». Ahora, la madre confiesa que la familia no ha podido encontrar paz desde aquel fatídico día. La pérdida de su único hijo ha dejado una herida profunda y un vacío irremplazable en sus corazones.